Aparece un cadáver en el embalse de Canelles donde naufragó una barca en 2015

Hace ocho años se ahogó un cazador de Barcelona que cruzaba en una embarcación y cuyo cuerpo nunca fue encontrado. El pantano está ahora casi vacío por la sequía.

Labores de búsqueda este sábado
Imágenes de archivo de la búsqueda realizada en su día en aguas de Canelles.

Unos jóvenes que navegaban en un kayak encontraron el pasado fin de semana unos restos humanos en el embalse de Canelles, casi vacío por efecto de la sequía. Está pendiente de confirmarse su identidad, pero el cuerpo podría corresponder al de un barcelonés de 65 años desaparecido en las aguas de este pantano en 2015 cuando naufragó la barca en la que navegaba para participar en una partida de caza. 

Según ha informado la Guardia Civil,  el hallazgo ser produjo sobre las 13.25 del pasado sábado día 22 en la zona de la Muralla de Finestras, la misma donde se produjo el naufragio. Unos navegantes dieron avisó al 112 de que habían encontrado un cuerpo sin vida en el embalse, en el término municipal de Viacamp y Litera

El cuerpo se encontraba, al parecer, bien conservador. En esta parte del pantano la profundidad alcanza más 60 metros y en el fondo la temperatura es baja. Debido a la sequía, Canelles está ahora al 14% de su capacidad, lo que hizo aflorar el cuerpo a la superficie. Se halló anclado en una zona de lodos.

Hasta allí se desplazaron patrullas de Seguridad Ciudadana de los puestos de la Guardia Civil de Tamarite de Litera y Binéfar, la patrulla de Protección de la Naturaleza de Monzón y el equipo de Policía Judicial de Barbastro, además de bomberos y servicios sanitarios. Fueron los agentes del cuartel de Tamarite, con apoyo de los bomberos que se encontraban por la zona, los que recuperaron el cuerpo.

A raíz del hallazgo la Policía Judicial ha abierto una investigación. De momento, los restos óseos han sido trasladados al Anatómico Forense de Zaragoza para la realización de la autopsia y la confirmación de la identidad tras el correspondiente análisis de la apruebas de ADN.

Todo apunta a que podría tratarse de José L. A., un cazador desaparecido el 21 de febrero de 2015 en este embalse. Barcelonés de 65 años, solía cazar en la zona y tenía casa en la localidad de Estopiñán del Castillo, situada a orillas de Canelles. Su cuerpo no apareció pese al intenso rastreo por parte de bomberos y el GEAS de la Guardia Civil.

Ese día participaba, junto a otras 70 personas, en una cacería de jabalís en la zona conocida como de la Isla, que cuando sube el nivel de este pantano solamente es accesible desde el agua. Para acceder a los puestos asignados fueron trasladados en barca. La que ocupaba el desaparecido y su esposa se hundió. 

La investigación determinó, según la Guardia Civil, que la embarcación estaba homologada para cuatro pasajeros, siendo ocupada en el momento del accidente por seis. Excedía el peso en más del 50% y además se veía lastrada por el peso de un jabalí de unos 40 kilos que habían abatido. Concluyó con la imputación del conductor y propietario de la barca como supuesto autor de un delito de homicidio imprudente. Se considera que su conducta negligente provocó el accidente en el que falleció uno de los ocupantes.

Por otra parte, las malas condiciones meteorológicas a causa del viento, que sopló muy fuerte en la zona, hicieron que se formase un oleaje con crestas de hasta 30 centímetros de altura. Esto, junto con las imprudencias que a juicio de los investigadores se cometieron en el transporte, provocaron que la embarcación se llenase de agua y posteriormente se voltease, cayendo todos sus ocupantes al agua (la temperatura era de 8 grados). 

Los pasajeros se quedaron agarrados a la embarcación hasta que fueron rescatados, ya que no disponían de flotadores o chalecos para poder permanecer a flote sin esfuerzo. Uno de ellos desapareció bajo las aguas y su cuerpo todavía no ha sido encontrado.

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