Cae una rama de un árbol en la zona infantil del parque Miguel Servet de Huesca

Los Bomberos han podado varias que estaban secas de otros ejemplares y que podían desprenderse.  

Vehículo de los bomberos en la zona de juegos infantiles del parque Miguel Servet de Huesca este viernes.
Vehículo de los bomberos en la zona de juegos infantiles del parque Miguel Servet de Huesca este viernes.
Ayto. Huesca

Bomberos del Ayuntamiento de Huesca han revisado este viernes las ramas de los árboles que están en la zona de juegos infantiles del parque Miguel Servet de la capital oscense,  junto al estanque de los patos. Su intervención ha sido requerida por parte de la Policía Local, que les ha alertado de la caída de una rama en esta área, donde hay numerosos pinos y plátanos de sombra.

El incidente se ha producido poco después de las 19.45, una hora en la que la zona estaba bastante concurrida, sobre todo tras la intensa jornada de calor. Afortunadamente, no ha habido que lamentar daños. Los Bomberos ha cortado la rama caída, que se ha dejado preparada para su retirada. Además, ha procedido a podar otras en distintos árboles porque estaban secas y podían caer, según han informado fuentes municipales.

La zona de juegos se trasladó hace aproximadamente 12 años a su actual emplazamiento desde el pinar situado entre las calles del Parque y San Jorge porque esta área del recinto verde, de 6,5 hectáreas, tiene menos arbolado y es menos umbría. Ahí se movió también el quiosco de venta de bebidas y helados.  

Esta misma semana los Bomberos del Parque de Huesca han llevado a cabo la tala de un cedro monumental en una zona de juegos infantiles de la avenida Martínez de Velasco de la capital oscense. 

El cedro, de unos 80 años de edad, comenzó el año pasado a presentar síntomas de sequedad con caída de copa. Se le realizó un mantenimiento especial de riego, sin embargo, continuó en regresión y la sequedad fue avanzando hacia abajo. Finalmente, el árbol murió sin conocerse exactamente el motivo. Se descartó que estuviera afectado por una plaga o enfermedad, ya que hubiera perjudicado a los otros cedros y, sin embargo, éstos no tienen ningún síntoma.

El árbol formaba parte de todo un conjunto de la misma especie que está declarado como arbolado monumental. Aunque no suponía ningún riesgo porque su secado era muy reciente, la tala era precisa para prevenir que cualquier inclemencia meteorológica (viento, tormenta…) provocara la rotura y caída de algunas ramas, como ha ocurrido en el parque Miguel Servet. 

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