Los rescates de senderistas se disparan casi un 70% en el Pirineo en cinco años

La actividad, aparentemente sin dificultades, concentra casi la mitad de los rescates que realiza la Guardia Civil de Montaña durante los meses de verano

Rescate de la senderista intoxicada por comer bayas silvestres en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Imagen de archivo del rescate de una senderista intoxicada por comer bayas silvestres en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Guardia Civil

Caminar por la montaña es aparentemente fácil. Está lejos de experiencias de más riesgo como la escalada o el barranquismo. Sin embargo, el senderismo, por su elevado número de practicantes, es con diferencia el deporte al aire libre que concentra cada año el mayor número de rescates, el 44%. Con el inicio del verano, de nuevo se dispararán las operaciones de salvamento en esta actividad, que en los últimos cinco años ha experimentado un incremento del 66%.

Los datos del 2022 hablan bien a las claras. De junio a octubre, en las comarcas del Pirineo, donde más se practica, el Greim realizó 176 rescates (37 más que el año anterior) auxiliando a 258 senderistas. El cómputo desde 2016 suma 1.284 personas, según las estadísticas analizadas por la campaña Montaña Segura, impulsada por el Gobierno de Aragón, la Federación Aragonesa de Montañismo y Aramón.

"A pesar de ser una actividad sencilla, algunas personas tienen dificultad para finalizar una excursión y requieren un rescate", indican los análisis de la campaña. Y con ellos coinciden los guías, que están en la montaña cada día. "Desde la pandemia, vemos a muchos más excursionistas. Son personas que a lo mejor están fuertes físicamente, pero que no saben andar por el monte, que las ves torpes", reflexiona Jordi Clariana, presidente de la Asociación de Guías de Montaña del Valle de Benasque. "Hay que pisar con seguridad, no se puede ir mirando el paisaje porque el suelo no es urbano, son bloques, piedras sueltas o pendientes de hierba", añade.

No hay datos de cuántos practicantes tiene esta actividad. Sí se tiene claro que cada día son más, sobre todo desde la covid, y también se conoce su perfil. Montaña Segura se ha encargado de analizar rescate por rescate para ver las características. El 69% se producen en el entorno del fin de semana, entre el viernes y el lunes, y la procedencia más destacada es Aragón (18%), seguida de País Vasco y Navarra (16%).

Llama la atención que siete de cada diez ocurren durante el descenso, al regresar. "La bajada es lo más problemático", confirma Clariana, porque la gente va cansando. Hay que pensar que es muy importante pisar con seguridad». Él aconseja el uso de bastones para descargar las piernas.

También invita a la reflexión el dato de que más de la mitad de las personas rescatadas por la Guardia Civil el año pasado en verano estaban ilesas (55%). Esto lleva a pensar que quienes pidieron ayuda no lo hicieron porque sufrieran una lesión sino porque no tenían la autonomía y la preparación suficientes para saber resolver por sí solas una situación difícil. Un 12% padecían patologías relacionadas con hipotermias, insolaciones, agotamientos y deshidrataciones, y el resto, fracturas, esguinces o contusiones, por tropiezos y caídas.  

Sin mal tiempo

Cabría pensar que el mal tiempo, las tormentas, tan frecuentes en verano, están detrás de muchos de los accidentes de senderistas, pero no es así. El 84% de los sucesos que activaron un rescate sucedieron en condiciones meteorológicas no adversas, con tiempo despejado y sin lluvias.

Además, prueba de que esta actividad deportiva al aire libre congrega sobre todo a gente de más edad es que dos de cada diez personas auxiliadas (22%) eran mayores de 60 años y solo un 10%, menores de edad.

Según el estudio de Montaña Segura, es la actividad que presenta una mayor paridad de género: un 54% son hombres y un 46%, mujeres. Y el porcentaje de federados no llega a una cuarta parte (23%). Es la práctica con menos gente perteneciente a entidades deportivas, ya que la creencia general es que no hace falta una preparación especial.

Entre las personas fallecidas este año que han sido rescatadas por el Greim de la Guardia Civil, solo cabe mencionar a un senderista. En este caso fue por muerte natural, un oscense de unos 70 años que sufrió un infarto durante una excursión en La Fueva.

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