La lluvia de los últimos días no alivia el peor año para los grandes embalses de Aragón
A un mes del verano, Yesa, Mediano, Canelles y Mequinenza están en sus mínimos históricos. Los chaparrones dejaron 30 litros en algunos puntos, pero lejos de la media de mayo.
Hace tiempo que no se veía llover de forma tan generalizada en Aragón, pero a un mes del inicio del verano, cuando se disparan las necesidades de agua, la sequía siguen sin dar tregua. Los chaparrones del lunes y el martes no han dejado grandes registros y de momento la DANA anunciada pasa de largo por la Comunidad. Se esperaba más de este frente de precipitaciones, que llegó con aviso por tormentas sobre todo en la ribera del Ebro.
Finalmente, los mayores registros se dieron ayer en Castellote y Sos del Rey Católico (32 litros), Torla (20) y Barbastro (17). Una alegría para los cultivos de esas zonas tras semanas de sequía pero lejos de la media de mayo. Según la Aemet, se necesitarían 40 litros esta semana para alcanzar los valores normales. En la ciudad de Huesca han caído este mes 11 frente a los 52 habituales y en Teruel 18 frente a 57. Valores todavía más bajos se habían dado hasta el martes en Zaragoza, con 2 de 44.
Y la primavera entra en su recta final con los grandes embalses de Aragón en mínimos históricos. Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, este es el peor año para Yesa, Mediano, Canelles y Mequinenza desde que en 1998 se inició el seguimiento pormenorizado con el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Nunca a estas alturas de mayo, habían tenido reservas tan escasas.
Mequinenza, con una capacidad de 1.530 hm³, el mayor embalse de Aragón y de la cuenca del Ebro, está a un 48%, un mal registro cuando lo habitual a estas alturas de la época de lluvias es el 80 % e incluso más. El segundo peor registro del mar de Aragón se alcanzó en el 2019, pero estaba muy por encima, el 73%.
La siguiente en la lista de las presas con mayor capacidad es Canelles, la que presenta la peor situación. Apenas almacena un 17% de sus 679 hm3. Solo en 2008 se acercó a este porcentaje (20%). Mientras, la reserva de Mediano, con un potencial de 498 hectómetros, ha caído al 21%, también la mínima histórica. El embalse del Cinca suele estar en esta época al 80% e incluso el 90%, lo que da cuenta de la gravedad de la actual sequía.
El cuarto en capacidad, Yesa (474 hm3), única pieza de regulación para los regantes de Bardenas, se queda en el 49%, ligeramente por debajo del porcentaje de 2002, hasta ahora su peor año. También es habitual que a finales de mayo esté entre el 80 y el 90%, como ha ocurrido en 20 de los 27 últimos años.
En total, las reservas en la cuenca del Ebro apenas alcanzan el 48%, un punto por encima de la media española. Solo registran porcentajes inferiores las de Andalucía y el litoral mediterráneo: el Guadiana (32%), el Guadalquivir (23%), la Cuenca Mediterránea Andaluza (34%), el Segura (33%) y las Cuencas Internas de Cataluña (25,3%).
"Ruina total" en el cereal
Las lluvias de los últimos días no han conllevado aportaciones significativas a los ríos ni a los embalses, aunque se espera que los chubascos y tormentas puedan continuar hoy y mañana para al menos mejorar algo la situación en el campo.
Ya de poco o nada servirán para el cereal de invierno. La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón prevé pérdidas de 1.200.000 toneladas. Los rendimientos en cebada y trigo de secano se han reducido 2.100 kilos por hectárea en más del 80% del territorio. De las 838.000 ha de estos cultivos, 214.000 están garantizadas al ser de regadío, pero el balance en las otras 624.000 es "de ruina total", según UAGA, sobre todo en el valle del Ebro y las comarcas próximas.
