Un joven salva la vida a un hombre que sufrió un infarto en plena calle en Huesca

Un monitor de la piscina Almériz vio a una persona tendida en la acera y se acercó para auxiliarla. Sus maniobras de reanimación cardiopulmonar fueron decisivas para impedir que muriera allí mismo. 

Armando Solano, en la acera junto a la piscina Almériz donde auxilió al hombre al que salvó la vida.
Armando Solano, en la acera junto a la piscina Almériz donde auxilió al hombre al que salvó la vida.
A. S.

Armando Solano, monitor de natación en la piscina climatizada Almériz de Huesca, se dirigía el viernes a su trabajo cuando, a punto de llegar a las instalaciones, vio a un hombre tendido en la acera. Eran alrededor de las 16.00 y, debido al intenso calor, el joven pensó que tal vez había sufrido una insolación, ya que a esa hora era intenso el calor que se registraba en la ciudad. Decidió acercarse para ver qué lo ocurría, ignorando que esta acción iba a marcar su vida. 

Solano, de 20 años, dejó el coche que conducía parado en doble fila y fue hasta el hombre. "No respiraba, estaba morado e hinchado y sangraba por los oídos y la boca; sufría un paro cardiaco", cuenta el monitor. Llamó a la piscina para pedir ayuda y dio la alerta al 112. Al ser socorrista acuático está formado en primeros auxilios y enseguida comenzó a realizar al afectado compresiones en el pecho y el boca a boca. "Empezó a respirar levemente", relata. 

Instantes después llegó su compañero de trabajo. Portaba el desfibrilador que hay en la piscina y Armando Solano comenzó a aplicar al hombre descargas eléctricas con ayuda de los parches. "También llegaron los Bomberos (el parque está enfrente de la Almériz) y le dieron dos descargas más", explica el joven. 

"Luego vino la ambulancia, los sanitarios lo intubaron y se lo llevaron en una camilla; dijeron que era un infarto grave",  continúa el monitor.  Según narra, debido a su gravedad trasladaron al hombre en un helicóptero hasta un hospital de Zaragoza para operarlo. "Su familia llamó a la piscina a última hora de la tarde para decir que la intervención había sido un éxito", detalla.

La actuación del joven y sus maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) fueron decisivas para impedir que el hombre, de 52 años, falleciera allí mismo. "La familia me ha dicho que le salvé la vida y están muy agradecidos", manifiesta Armando Solano, que además es árbitro de fútbol a nivel nacional. "Era la primera vez y que hacía una RCP y estuve toda la noche nervioso, no pude dormir reviviendo lo que había pasado", cuenta recordando la tensión y la responsabilidad del momento. 

A los dos días de la operación de corazón, el enfermo fue trasladado a planta y este martes han llamado los familiares para decir que lo traían a Huesca

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