Vuelve la lluvia tímidamente, y hasta la nieve al Pirineo

Después de semanas sin precipitaciones en Aragón, este sábado por fin han llegado las ansiadas lluvias acompañadas de un frente frío, aunque en cantidades de momento tímidas, muy lejos aún de poder paliar el grave problema de la sequía que se vive en el campo y de las escasas reservas almacenadas en los embalses. Incluso la nieve ha hecho su aparición en cotas altas de los Pirineos. 

Las lluvias más intensas se concentran por ahora en zonas del norte de la Comunidad de Aragón, donde son generalizadas. En Sos del Rey Católico habían caído 10 litros hasta las 11.00. Cantidades algo menores se han registrado en Aragüés del Puerto, Formigal, Hecho o Canfranc. 

También ha llovido en las tres capitales de provincia, en Zaragoza, Huesca y Teruel, y en otras muchas localidades de la geografía aragonesa, pero con registros muy bajos, como los 5 litros de Calatayud. Todas han sido bienvenidas dada la grave necesidad de agua, agravada por las altas temperaturas, que este viernes volvieron a acercarse a los 30 grados. 

Las máximas este sábado han vuelto a superar los 20 grados en localidades como La Almunia de Doña Godina, Híjar o Calatayud, pero en la alta montaña han llegado a los cero grados. Es el caso de la estación de Cerler, mientras en Benasque se registraban 7 grados.

Refugio de Cap de Llauset

La nieve ha sido testimonial, ya que solo ha caído en los refugios de montaña situados a gran altitud, como el de Cap de Llauset (Montanuy), el más alto del Pirineo aragonés, por encima de 2.400 metros, donde han medido 2 centímetros. Pese a estar todavía en abril, en ninguno de ellos, salvo en este, se registran espesores.   

La Oficina de la Montaña de Jaca ya ha advertido a los excursionistas de que este fin de semana un frente cruzará el sábado dejando lluvias generalizadas en todo el Pirineo. La cota de nieve oscila entre 2.000 y 2.400 metros y va acompañada de un descenso de las temperaturas.

Según la Aemet, el ascenso térmico y la prolongada insolación de las últimas semanas han hecho que la nieve desaparezca casi por completo de las cotas bajas y medias del Pirineo, mientras que en zonas de mayor altitud el manto se presenta a menudo discontinuo, sobre todo en laderas soleadas.