La Guardia Civil realizó 4.000 pruebas de alcoholemia en Huesca en Semana Santa

Los agentes detectaron a 43 conductores que superaban los límites de alcohol permitidos. Y de las 74 pruebas sobre consumo de drogas, 36 dieron positivo.

Un control de alcoholemia.
Un control de alcoholemia.
Efe

Durante la Operación Especial de Semana Santa de la Dirección General de Tráfico, las distintas unidades del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Huesca establecieron en diferentes carreteras de la provincia 200 dispositivos preventivos de detección de alcohol y drogas.

En ellos se hicieron un total de 4.074 pruebas de alcoholemia, arrojando resultado positivo 43 conductores, de los cuales 38 fueron denunciados por infracción administrativa y cinco fueron investigados por un delito contra la seguridad vial. Estos casos fueron remitidos al juzgado y se someterán a juicios rápidos.

Respecto a las pruebas de detección de sustancias estupefacientes, se realizaron 74, de las cuales 36 arrojaron resultado positivo, a falta de confirmación por laboratorio. Los conductores fueron denunciados por infracción administrativa.

La Guardia Civil ha recordado que el consumo de alcohol y drogas influye negativamente en la conducción, al disminuir la capacidad sensorial, los reflejos y la atención, suponiendo todo ello un peligro para la propia vida y la del resto de usuarios de la vía.

La conducción de vehículos a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas y/o sustancias estupefacientes están tipificas como infracción administrativa con la detracción de 4 a 6 puntos y una sanción entre 500 y 1.000 euros, si no se supera la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. 

En el caso de superar esta tasa, la infracción pasa a ser penal por lo que podría llevar una pena de prisión de 3 a 6 meses, una multa económica de 6 a 12 meses y una privación del derecho a conducir (retirada del permiso de conducción) de 1 a 4 años.

En todos los casos en los que la prueba de alcohol o droga realizada al conductor arroja un resultado superior a las tasas establecidas, se procede a la inmovilización del vehículo o se hace cargo del mismo una persona designada por el conductor al que igualmente se le realiza la prueba de detección de alcohol y drogas antes de hacerse cargo del mismo.

Los dispositivos de control de alcohol y drogas, establecidos en horarios aleatorios, tienen como finalidad, precisó la Comandancia de Huesca, la detección de conductores que infringen la norma, pero también suponen un elemento disuasorio para prevenir la ingesta, tratando de reducir la siniestralidad vial.

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