"La casa de Joaquín Costa va a tener el destino que se merece"

La familia se muestra satisfecha tras la venta del edificio de Graus donde vivió el pensador, después de varias décadas intentando que una administración se hiciera cargo del inmueble.

Foto de archivo del despacho de Joaquín Costa con su biblioteca, sus legajos y su famosa mecedora.
Foto de archivo del despacho de Joaquín Costa con su biblioteca, sus legajos y su famosa mecedora.
Pablo Otín.

HUESCA. "La casa de Joaquín Costa va a tener el destino que se merece, convertirse en un espacio de homenaje a su figura, a su obra y a su época". Con estas palabras, los herederos del pensador aragonés han mostrado su satisfacción por la venta a una institución del edificio de Graus donde vivió y murió, un sueño que ya persiguieron sus padres y sus abuelos, hasta ahora sin éxito. "Va a representar un impacto cultural para Graus y la comarca y para Aragón porque Costa es una personalidad histórica", según Adriana Auset, sobrina-bisnieta del escritor y político, tras hacerse pública la venta a la Diputación de Huesca.

La casa, de 700 metros cuadrados, está situada en el número 5 de la calle Joaquín Costa.
La casa, de 700 metros cuadrados, está situada en el número 5 de la calle Joaquín Costa.
Javier Navarro

Esta institución ha cerrado un acuerdo con la familia para la compra del inmueble, de 700 metros cuadrados y cuatro plantas, con el objetivo de destinarlo a una casa museo. El precio se ha fijado en 207.000 euros. "No nos ha movido ningún aspecto especulativo sino el proyecto. El valor por el que tasó la casa la Diputación es el que hemos aceptado", precisa Auset. Ella tiene junto a sus hermanos, Alejandro y Manuel, el 50% de la propiedad, y la otra mitad es de Juan y Pilar Tebán, también sobrinos-bisnietos de Costa. Todos son descendientes de la hermana del pensador, Martina Costa.

Durante 30 años, el padre de Adriana, José María Auset Brunet, y su abuelo, José María Auset Viñas, intentaron que una institución se quedara con la casa para conservar adecuadamente su legado y hacer un museo y un centro de estudios, "pero por parte de las administraciones no había más que buenas intenciones y la cosa quedaba siempre en nada", asegura Auset. Nada más morir su padre, hace casi cinco años, ella cogió el testigo y trasladó la petición al Gobierno de Aragón, pero nuevamente sin éxito. Cansada de esperar, a finales del 2022 la sacó a la venta.

No obstante, su deseo seguía siendo que permaneciera en manos públicas, por lo que enero pasado se dirigió a la Diputación, con la que finalmente se ha cerrado un acuerdo.

Anteriormente, en 2021, la familia vendió al Ministerio de Cultura, a través de una mediación del Ayuntamiento, lo que quedaba del archivo de Costa con la condición de que fuera a parar al Archivo Histórico Provincial. El Ministerio ya había comprado un primer lote en 1984.

Adriana Auset agradeció el papel jugado por el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, y la alcaldesa de Graus, Gema Betorz para garantizar la preservación del inmueble, situado en el número 5 de la calle que lleva el nombre del escritor y pensador, nacido en Monzón en 1846 pero que residió en Graus 33 de sus 65 años de vida. Actualmente hay dos viviendas, utilizadas por los herederos como segunda residencia, y que abandonarán cuando se oficialice la operación de compra venta.

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