Se enfrenta a dos ladrones que estaban robando de noche en su casa de Huesca

El propietario de la vivienda consiguió retener a uno de los delincuentes y la Policía Nacional detuvo a otro que salió huyendo.

Un coche patrulla de la Policía Nacional en Huesca.
Un coche patrulla de la Policía Nacional en Huesca.
Rafael Gobantes

El propietario de una vivienda unifamiliar de Huesca se enfrentó a dos ladrones que habían entrado a robar en su casa, ubicada en pleno centro, cuando estaba toda la familia durmiendo. El hombre consiguió retener a uno de los delincuentes y la Policía Nacional arrestó al otro, que salió huyendo. Uno de ellos es menor de edad.

Según han informado fuentes de la comisaría oscense, los hechos ocurrieron a las 00.20 de la madrugada del día 17 de marzo. Los ladrones, ataviados con pasamontañas, accedieron a una vivienda unifamiliar forzando la puerta de entrada. El padre de familia escuchó ruidos provenientes de la planta inferior, por lo que bajó para ver qué sucedía, sorprendiendo a los ladrones registrando los enseres y habiendo cargado ya algún efecto dentro de un carrito.

El hombre retuvo al individuo que portaba el carrito, siendo entonces golpeado por ambos ladrones para tratar de zafarse. Mientras tanto, la víctima gritó a su hijo para que avisara a la Policía. 

Las patrullas se personaron inmediatamente y arrestaron al joven que había sido retenido por el propietario de la vivienda, y posteriormente iniciaron una persecución para detener al segundo que había huido del lugar al observar la presencia policial. A ambos se les imputa un presunto delito de robo con violencia, según las mismas fuentes.

La pasada semana, la Policía Nacional detuvo en  Huesca a un hombre de 33 años, que disfrutaba de un permiso penitenciario, por un robo, aunque esa vez fue en un establecimiento comercial de la calle Cabestany, donde se introdujo tras romper el cristal de una de las puertas de acceso.

Una vez en su interior, el ladrón se apoderó del dinero depositado en la caja registradora y provocó daños por un valor de 17.000 euros. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento permitieron a los agentes obtener las características físicas del presunto autor de los hechos y difundirlas a todas las unidades policiales de la ciudad.

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