El termómetro marcaba un grado a las 19.30 de este sábado en Huesca pero el frío no ha  frenado a los oscenses, que han acudido de forma masiva a la tradicional hoguera que se enciende la víspera de la festividad de San Vicente mártir, segundo patrón de la ciudad.

Suspendida en 2021 y 2022 debido a la pandemia, la cita ha vuelto a congregar a cientos de personas, que han plantado cara al que ha sido hasta ahora el día más gélido del invierno y ha aguardado su turno para degustar las populares patatas asadas, acompañadas de longaniza y chorizo. 

El concejal de Fiestas, Ramón Lasaosa, ha remarcado que la cita ha sido "todo un éxito" y más después de dos años "en los que la pandemia nos ha impedido celebrar una hoguera que siempre tiene una gran aceptación por parte de los oscenses".

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La hoguera se ha encendido bajo aplausos en la plaza Mosén Demetrio Segura, junto al parque de Bomberos y vigilada por estos. Una colección de fuegos artificiales ha acompañado los primeros momentos de espera para recoger la popular merienda, en la que también se han ofrecido churros.

Antes de que se prendiera la gran pira, el público ha llenado la zona para bailar con la comparsa de Gigantes y Cabezudos y al son de los Gaiters de Tierra Plana. Para la hoguera se han utilizado 4.000 kilos de leña. Junto a ella, con el alcalde, Luis Felipe, a la cabeza, la corporación y las mairalesas de las fiestas han repartido unos 5.000 platos elaborados con 340 kilos de longaniza y chorizo y 1.200 kilos de patata así como 1.000 raciones de churros.

Este domingo a las 11.30 tiene lugar la tradicional misa, que se alterna cada año y que en esta ocasión es en la iglesia de San Vicente el Real (La Compañía). Asimismo, a  las 18.30 en el Palacio de Congresos, se celebra la XXIX Muestra de Danza y Folclore Ciudad de Huesca