Alta ocupación a pie de pistas en el primer tramo de Navidad: "Ha habido un mínimo para quitarse el gusanillo de esquiar"

Los hoteles del Pirineo han superado el 80% en el tramo inicial de las vacaciones y el turismo rural ha rozado el lleno.

La estación de esquí de Formigal-Panticosa abrió este lunes 25 kilómetros para sus clientes.
La estación de esquí de Formigal-Panticosa abrió este lunes 25 kilómetros para sus clientes.
Javier Navarro

Los valles del Pirineo han cerrado el tramo inicial de las Navidades con buen sabor de boca ya que pese a la escasez de nieve en las estaciones (Astún-Candanchú, Formigal-Panticosa y Cerler solo suman 74 km), las ocupaciones hoteleras a pie de pistas han sido altas, entre un 80 o 90%, muy similares a las cifras de 2021.

Luis Terrén, presidente de la Asociación Turística del Valle del Aragón, reconoce su "satisfacción" por los resultados de esta primera parte "porque aunque no han sido las condiciones soñadas, al menos las estaciones han podido ofrecer unos mínimos que han permitido a la gente quitarse el gusanillo de esquiar", valora. Con todo, recalca que pese a que ese sea el principal aliciente "en estos destinos hay muchas alternativas de ocio y se ha notado que la gente tenía muchas ganas de salir".

También Jesús Pellejero, presidente de la Asociación Turística del Valle de Tena, hace un balance muy positivo hasta ahora. "La ventaja que tienen las Navidades es que si hay gran cantidad de nieve y se puede esquiar, mucho mejor; pero la gente reserva con mucho tiempo y como suelen ser planes en familia y no todos sus miembros esquían, aun siendo una actividad importante, no es lo prioritario en esas fechas" dice.

En el valle de Benasque también admiten estar contentos con las ocupaciones "porque se nota que cada año la gente sale más a pasar las Navidades fuera", asegura el presidente de los empresarios turístico, José María Ciria. Y pese a admitir igualmente que "la nieve ha fallado un poco", hace hincapié en que «podemos estar satisfechos porque los restaurantes y los comercios han trabajado mucho gracias a los turistas de los hoteles y sobre todo de las segundas residencias, que suponen el mayor volumen en estos valles y que vienen haya nieve o no".

También ha tenido un "buen final de año" el turismo rural con un 95% de ocupación en alojamientos de alquiler completo (casas y apartamentos). «Ha acompañado el tiempo y el cliente ha podido hacer senderismo, visitas culturales y participar en los actos festivos organizados en los municipios», destaca Francisco Parra, presidente de la Asociación Turismo Verde

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