El Ministerio repara por vía de urgencia los daños de la borrasca Efraín en la carretera de Sopeira
El tráfico en la N-230 está regulado con semáforos y la velocidad limitada a 40 km/h, desde que se produjera un gran desprendimiento el día 13.
Desde hace dos semanas, la carretera N-230, de Lérida al valle de Arán atravesando la provincia de Huesca, se mantiene a la altura de Sopeira con paso alternativo a través de un semáforo y limitación de velocidad de 40 km/h. La causa es el grave desprendimiento ocurrido el pasado 13 de diciembre por efecto de las fuertes lluvias de la borrasca Efraín. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha anunciado este miércoles una inversión de urgencia de casi medio millón de euros (450.000) para la estabilización de los taludes afectados en un tramo de dos kilómetros antes de poder normalizar la circulación.
La actuación se enmarca en una declaración de emergencia del citado departamento que permitirá dar cobertura a todas las actuaciones de reconstrucción y reparación de carreteras estatales afectadas por las fuertes precipitaciones.
El Ministerio relaciona con las lluvias el gran desprendimiento que se produjo a la altura de la localidad de Santorens, en el municipio de Sopeira, una zona de recorrido sinuoso junto al embalse de Escales. Ocurrió durante la madrugada, lo que ha evitó daños personales en esta vía normalmente muy transitada.
Los bloques de piedra ocuparon toda la calzada y fue necesario interrumpir totalmente la circulación. El corte impidió el paso del autobús de la línea regular que va a Barcelona y del transporte escolar, de forma que los alumnos de Arén y Puente de Montañana que estudian en Pont de Suert se quedaron sin clase. Siete horas después se pudo reabrir una parte al tráfico, pero se mantuvo el paso alternativo por la inestabilidad de los taludes, a la espera de su reparación.
Desde ese día, se instaló la circulación de manera alternativa con regulación semafórica y limitación de velocidad, comenzándose a analizar el talud en toda su extensión, incluyendo visitas a obra de especialistas en geología y de sostenimiento de taludes y vuelo con dron para la captación de imágenes en altura.
El miércoles 14 y el jueves 15 se siguió trabajando en el saneamiento del talud, con importantes medios auxiliares, según el Ministerio. Estas tareas incluyeron la utilización de cojines neumáticos para terminar de despegar ciertas partes rocosas cuya estabilidad estaba comprometida.
El mismo miércoles 14 se produjo otro desprendimiento de menores dimensiones en el km 115,225. Las rocas rompieron la malla de triple torsión en su caída y alcanzaron nuevamente la carretera, sin mayores daños.
Una vez analizada la problemática, se han propuesto una serie de actuaciones en distintos puntos de la N-230 a lo largo de 2 kilómetros, entre los puntos 113,400 y 115,400. Estas consisten en la eliminación de bloques inestables, colocación o renovación de la malla de triple torsión y red de cable sujetada por bulones, disposición de una pantalla dinámica a media altura de talud para retener bloques en la zona superior, reposición del firme que se vio afectado por la caida de piedras, señalización, balizamiento y limpieza.
