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Los futuros maestros aprenden en Huesca a filtrar los bulos y a interpretar mensajes en las redes sociales

La Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación celebra las XXXII Jornadas de Psicología, que se centran en los factores que alimentan la posverdad. 

Estudiantes delante de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca.
Estudiantes delante de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca.
Heraldo.es

Si el mensaje aborda una cuestión polémica, si apela más a la emoción que la razón, si es una captura de pantalla donde no aparece la fuente, si busca la polarización... Desconfía. Muchos de los contenidos que se recibe a través de las redes sociales, el correo electrónico o incluso mediante whatsapp aparecen tras una selección que, en principio, puede ser propia pero que desvela los intereses particulares y entra en las espirales de los algoritmos con dos fines, hacer negocio o influir en la opinión ciudadana. 

La XXXII Jornada de Psicología, que se está celebrando en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación del campus de Huesca, revisa los factores, subjetivos y objetivos que alimentan la posverdad, las falsas noticias y los bulos. Psicólogos, psiquiatras, periodistas, politólogos, juristas, especialistas en redes y educadores están entre los ponentes de este encuentro, que ha comenzado este lunes y que se prolonga hasta el jueves 27 de octubre con un ciclo de conferencias abierto al público.

Este lunes por la tarde ha tenido lugar la mesa redonda ‘Redes sociales o la nueva caverna de Platón’. La situación y los riesgos se han abordado desde distintos puntos de vista con el objetivo de transmitir a los futuros maestros la existencia de herramientas, que ofrece la propia red informática, para poder filtrar los bulos, las leyendas urbanas y los contenidos que terminan en una estafa.     

"No hay una regulación específica, no hay un precepto como cuando se comete un robo"

Andrea Tapias, jueza de Primera Instancia e Instrucción en Córdoba, con competencia en violencia sobre la mujer, ha reconocido que la legislación no avanza tan rápido como la internet y que existe un vacío legal para determinar cuando una situación se convierte en delito. "No hay una regulación específica, no hay un precepto como cuando se comete un robo", ha señalado. 

Según ha dicho, el acoso que antes se producía en los patios de los colegios se ha extendido también a las redes sociales debido al uso creciente de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) por parte de los escolares. En este sentido, ha apuntado que hay que analizar el ámbito familiar, el cultural, el grupal y el escolar y que ya empiezan dictarse sentencias condenatorias, como la emitida en noviembre del año pasado por la Audiencia Provincial de Badajoz

El Juzgado de Menores pacense condenó a cuatro menores adolescentes a cumplir un año de tareas socioeducativas por un delito de acoso a una compañera en un instituto así como al pago de una indemnización a la víctima (con los padres de estos como responsables civiles). Además, cierta pasividad de los directivos y responsables del instituto» donde cursaban sus estudios todos los protagonistas de los hechos. Además, la resolución judicial señaló que se observaba  "cierta pasividad de los directivos y responsables del centro, una desidia pues, cuando menos, no se aplicaron los protocolos, o bien no detectaron lo que la Fiscalía de Menores sí detectó, por lo que bien podría hablarse de culpa 'in vigilando'".

La jueza ha indicado que la omisión de socorro también es un elemento penal y ha señalado que las conductas de acoso son punibles según el autor tenga menos 14 años o esté entre esta edad y los 18. Otros delitos que llegan a los juzgados con víctimas menores son el acoso sexual o grooming, cuando un adulto que se pone en contacto con un niño, niña o adolescente para ganarse poco a poco su confianza y luego involucrarle en una actividad sexual, la pedofilia o el cibercrimen.  

"Estamos expuestos no solo a ser objeto de delitos y estafas sino que estos pueden cometerse en nuestro nombre"

Tapias ha recomendado a los jóvenes mantener unas pautas de precaución como la renovación continuada de contraseñas y  la privacidad de las cuentas. "Estamos expuestos no solo a ser objeto de delitos y estafas sino que estos pueden cometerse en nuestro nombre", ha afirmado. A pesar de las lagunas jurídicas existentes, la jueza ha señalado que hay situaciones y tratamientos de la información que se regulan a través de la Ley de Protección de Datos y Garantías de los Derechos Digitales que obliga a las empresas a vigilar el uso de dichos datos personales. A este respecto ha indicado que tamibén empiezan emitirse sentencias condenatorias .      

Alfabetización mediática 

Manuel Ransán, técnico de ciberseguriad para el menor del Instituto Nacional de Ciberseguirdad (Incibe), ha destacado en su intervención la necesidad de una "alfabetización mediática", es decir de una capacidad para acceder y evaluar los mensajes que se mueven en internet. "Ahora es más fácil acceder a la información, pero es más complejo filtrarla y elaborarla", ha dicho. Asimismo, ha alertado del 'sexting' (recordando el caso de la joven canadiense Amanda Todd) y el robo de contraseñas y ha señalado  que hay que comprobar si los dominios de los enlaces que nos llegan son falsos. 

"Tener formación en psicología cognitiva y educativa permitirá estar en una mejor posición para afrontar las falsedades y los neuromitos (sobre el funcionamiento de cerebro), que carecen de evidencia y transmiten ideas vagas que no contribuyen a desarrollo infantil", ha afirmado Juan Diego Conejo, del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y de la Adolescencia de Costa Rica.

Por su parte, el periodista y profesor de la Universidad San Jorge Juan José Verón ha animado a los estudiantes a tener "una actitud crítica" ante todos los contenidos que se mueven en internet disfrazados de noticias.   

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