¿Por qué tantos montañeros acabaron enriscados el fin de semana?

Los expertos advierten de que la alta montaña "está complicada" tras las primeras nevadas del otoño. 

Rescate de dos enriscados en el pico Otal del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Rescate de dos enriscados en el pico Otal del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Guardia Civil

"Cuando uno sube debe ir mirando para abajo y asegurarse de que a la vuelta va a poder bajar". El consejo parece simple, pero evitaría algunos de los enriscamientos que tantos rescates han generado este verano en el Pirineo. El pico de accidentes de este tipo se produjo el pasado fin de semana: de los 12 excursionistas auxiliados por la Guardia Civil, ocho fueron por esa causa.  

El Greim de Benasque auxilió a dos montañeros que, mientras realizaban la ascensión al pico Russell, tomaron un camino equivocado y se quedaron entre riscos sin poder progresar ni retroceder. El de Panticosa tuvo que efectuar un complicado rescate para sacar sanos y salvos a otros dos enriscados en una arista del pico Gran Facha. Y casi a la misma hora y a pocos kilómetros, tras un aviso de socorro, el helicóptero encontró en el pico Frondellas a tres más, en una cresta muy afilada, con muchos bloques inestables y con nieve. La propia Guardia Civil reconoció que sin cuerda era muy comprometido avanzar o retroceder.  

Los tres rescates ocurrieron el sábado en apenas cuatro horas. El cuarto se produjo el domingo en un espolón de los Mallos de Riglos, donde un montañero también se quedó bloqueado.  

Los expertos reconocen que aunque este verano ha habido más casos de enriscamientos, llama especialmente la atención lo ocurrido el fin de semana, evidenciando a las claras un problema en la toma de decisiones. "La alta montaña está ahora mismo en unas condiciones muy delicadas", comenta Marta Ferrer, coordinadora de la campaña Montaña Segura, respalda por el Gobierno de Aragón, Aramón y la Federación Aragonesa de Montañismo. 

En los últimos días ha nevado por encima de 2.000 metros. No han sido precipitaciones abundantes, pero sí complican la progresión por la montaña, aunque reinara el buen tiempo el sábado y el domingo. La nieve no cubre el suelo ni facilita el uso de material invernal y hace que el terreno esté muy resbaladizo. "El que va tiene que saber moverse. Si se queda enriscado es porque se ha perdido, porque el terreno se le ha acabado complicando o porque no tiene experiencia", indica Ferrer. 

El problema no se circunscribe a la alta montaña. También los senderistas pueden acabar enriscados. Por ello, esta experta aconseja no subir si no se ve claro que se va a poder bajar, pues además la mayor parte de los accidentes se producen además en el descenso, cuando uno ya se ha relajado y está más torpe por el cansancio. 

La coordinadora de Montaña Segura pone el foco también en la hora de los avisos de auxilio en los casos de la Gran Facha y Frondiellas, pasadas las cuatro de la tarde, un momento en que ya debía estar avanzado el descenso de estas cimas de 3.000 metros, porque además el día se acorta.  

Para la Guardia Civil, los enriscamientos se deben a un problema en la toma de decisiones. Al respecto la campaña Montaña Segura advierte de que además de planificar bien una actividad, sobre la marcha hay que ser capaz de ver las señales que indican que algo no va bien y actuar en consecuencia para no asumir riesgos excesivos. 

Asimismo, este tipo de accidentes está en relación con el alto porcentaje de ilesos, es decir, son personas que actuando de otra manera podían haber evitado el rescate. En el  21% de los auxilios realizados entre junio y octubre del año pasado, todos los rescatados estaban sanos y salvos.

Desde la Oficina de Información de la Montaña de Jaca (respaldada por la Federación Española y el Ayuntamiento de Jaca) ya lanzaron avisos sobre las condiciones del fin de semana: temperaturas en ascenso pero nieve en cotas altas. "No podemos fiarnos de lo que vemos desde lejos. Aunque desde el fondo del valle no veamos nieve, va a estar y puede estar helada", señala Íñigo Ayllón, su director, quien reconoce que tantos rescates en un primer fin de semana de octubre y la mitad por enriscamiento, "es muy raro". Tres de ellos el mismo día, el sábado. 

A falta de que la Guardia Civil determine las causas concretas, Ayllón insiste en la presencia de la nieve. "Si por la ruta normal hay más nieve, quizá se ha querido evitar desviándose y nos vamos por donde no es. Se quiere evitar un peligro y se cae en otro más grave, salirse del itinerario y tener un riesgo de caída", dice Ayllón, En todo caso, aclara, "el enriscamiento es la causa del rescate pero no sabemos por qué están en esa situación, que es lo que nos interesa para hacer prevención". 

La parte positiva es que optaron por quedarse en el lugar y no arriesgarse a progresar, quizá con consecuencias fatales. El director de la Oficina de Información de la Montaña de Jaca destaca además el uso de una baliza de socorro por satélite por parte de los montañeros de la Gran Facha, una zona donde no hay cobertura de telefonía móvil. "Ya se ve un perfil diferente de montañero, con una planificación más allá del estándar".

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