Estela Rasal: "Veo películas, las interpreto, las hago y las muestro"

La nueva directora del Festival de Cine de Huesca es productora, actriz, representante artística y gestora cultural.

Estela Rasal, en las oficinas del festival, situadas en el edificio modernista del Casino.
Estela Rasal, en las oficinas del festival, situadas en el edificio modernista del Casino.
Javier Navarro

La productora y gestora cultural Estela Rasal es la nueva directora del Festival Internacional de Cine de Huesca. Nació en Barcelona en 1975 pero cuando ella apenas tenía un año, su familia se instaló en la capital oscense. Forma parte del equipo de dirección desde 2014 y ha ejercido nueve años como directora de producción. También está al frente del Pirineos Mountain Film Festival. Rasal toca casi todos los palos en el mundo de la cultura: dirige su propia productora, Nut Producciones, con la que realiza trabajos de regiduría, actriz, producción o representación artística. En su haber hay varios cortos y en enero iniciará el rodaje de la opera prima de la directora Gala Gracia 'Lo que queda del día' (junto a Carlo D’Ursi y Bastian Films).

Salvatore, el niño de ‘Cinema Paradiso’, creció creyendo que las películas eran magia. ¿Cómo fue su aproximación al cine?

Siempre me ha gustado la interpretación, y además mis padres eran unos apasionados del cine clásico. Me aficioné gracias a ellos. La necesidad de contar historias y de ver cómo las cuentan los demás me ha llevado a ver películas, interpretarlas, hacerlas o mostrarlas.

Coge el testigo de la dirección del Festival de Cine de Huesca, que este año ha cumplido 50 años. ¿Le da vértigo asegurar su continuidad?

Ya llevo desde 2014 en la dirección de producción. No me da vértigo, tengo mucha ilusión. Hemos levantado el festival gracias a un magnífico equipo, tenemos que seguir viéndolo crecer y mejorarlo para los próximos 50 años.

Es un festival con mucho músculo, aunque hace unos años estuvo en el filo de la navaja.

Hemos conseguido que vuelva a estar en el lugar que debe ocupar. La financiación es complicada y aunque tenemos instituciones que lo amparan, entre ellas la Diputación y el Ayuntamiento, necesitaríamos un poco más para programar con algo más de tranquilidad o tener el personal más tiempo durante el año. Vamos poco a poco, dimos un salto y ahora nos falta otro empujoncito para ponerlo financieramente a la altura de otros festivales.

Usted es actriz de cine y teatro, productora, gestora cultural… ¿Se siente una mujer orquesta?

La verdad es que sí, pero es mi esencia. Soy mucho más efectiva cuando estoy en varios proyectos. Me gustan los malabares, me dan un punto de concentración y de tensión, sin llegar al estrés, que hace que trabaje mejor. No me quejo, soy mujer orquesta porque lo he elegido yo. Con mi empresa hacemos gestión cultural, llevamos la oficina técnica de Periferias, hemos estado en la regiduría de las fiestas de San Lorenzo, el festival de Panticosa… Un día normal puedo estar por la mañana gestionando un cátering para un corto, por la tarde cerrando un rider para un grupo que viene a tocar (ficha con las necesidades técnicas) y por la noche actuando en un teatro. Y a la mañana siguiente, en el festival de Huesca programando largometrajes. No me aburro.

¿Qué le cuesta más, ponerse delante o detrás de la cámara?

Lo que más me gusta es dirigir, pero si no hay financiación... Esto es lo más difícil. Se quedan películas sin salir porque no hay recursos.

Pilar Palomero, Carla Simón, el estreno del documental ‘A propósito de ellas’… La mujer está pisando fuerte en el cine.

Siempre lo ha hecho, pero otra cosa es la visibilización. Ahora está cambiando y cada vez hay más mujeres dirigiendo. Existen importantes asociaciones que contribuyen a ello. En Huesca tenemos la Muestra de Cine Realizado por Mujeres, que no sé cómo la hacen para sacarla adelante con tan pocos recursos, son unas valientes. Las mujeres siempre hemos estado en la parte organizativa, pero faltaban esos puestos de responsabilidad, como en todos los sectores.

¿Y hay una mirada femenina del cine? ¿Cuentan las historias de otra manera?

A la hora de contar una historia influye tu sexo, tu educación, tus vivencias… La diversidad es lo que enriquece el cine. ¿Tiene que hacer más mujeres? Sí, pero también gente de diferentes culturas, de diferentes edades...

En Aragón se ruedan muchas películas, pero se producen pocas.

Faltan bases más sólidas de financiación pública y privada. Ideas y gente con talento hay de sobra, se requiere ese colchón para que se puedan hacer películas en tiempo y forma y de una manera profesional.

¿Puede haber festivales de cine sin estrellas? El de Huesca tiene también su alfombra roja.

Nos gusta hacer reconocimientos. Damos tres premios (Pepe Escribe, Luis Buñuel y Carlos Saura Ciudad de Huesca) porque es una manera de ofrecer un respaldo al festival gracias a esas personas, y a esas personas gracias al festival. Amor con amor se paga. Y para el público resulta interesante ir a un vermú y escucharlas en directo.

Usted ya dirige desde hace dos años el Pirineos Mountain Film Festival, organizado por la Fundación del Festival de Cine de Huesca. ¿Hay un creciente interés por el cine de montaña?

El interés por el cine en torno a la naturaleza y a la cultura del mundo natural crece mucho, a la vista están los festivales. La diferencia es que el nuestro por primera vez va a ser competitivo, sacaremos las bases en breve. Hay algunas producciones de cine de aventura y naturaleza que van mucho al efectismo pero a lo mejor falta un buen guión, por eso nuestra idea es que no se descuide la parte artística.

Entre sus últimos éxitos profesionales se encuentra la creación y dirección del spot de la campaña turística de Tu Huesca, cuyo eslogan es "No vengas a Huesca”. ¿La publicidad inversa corre el riesgo de no ser entendida?

Sí, hay un riesgo. No se hacía márquetin inverso en turismo, es una campaña bastante novedosa. Pero el efecto contrario se produce en poca gente. Todo el mundo entiende la ironía porque en el anuncio ves paisajes maravillosos, aunque la madre del protagonista le diga que no entiende por qué está en Huesca. Es verdad que ha habido personas a las que les parece una abominación, igual que hay turistas que dicen que han venido gracias a la campaña. De hecho está funcionando bien. Al final es una llamada de atención que utiliza la psicología inversa.

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