El último refugio de montaña que se abre en Aragón está a los pies de Guara

Peña Guara cumple un sueño de hace 50 años con la apertura de Casa Lardiés, en Nocito, que ha supuesto una inversión de más de un millón de euros. El dinero para rematar la obra lo aportaron con una derrama extraordinaria los socios del club.

Imágenes de Casa Lardiés, el refugio gestionado por Peña Guara en Nocito.
Imágenes de Casa Lardiés, el refugio gestionado por Peña Guara en Nocito.
Javier Navarro

El club Peña Guara adquirió en 1973 una casa en ruinas en Nocito para construir un refugio de montaña en la sierra. Han pasado casi 50 años y por fin ha visto hacerse realidad ese sueño, después de cambiar la ubicación y optar por la rehabilitación de un edificio histórico aragonés, Casa Lardiés. Este mes de agosto ha abierto el alojamiento (en julio estrenó los servicios de hostelería y restauración), tras una inversión de más de un millón de euros. 

Casa Lardiés es el último refugio de montaña en estrenarse en la Comunidad Autónoma. Lo gestionará Peña Guara, aunque se incorporará a la central de reservas de la Federación Aragonesa de Montañismo. Su singularidad radica en los elementos tradicionales de la construcción: la fachada, el tejado de losas, las ventanas enmarcadas en piedra, las escaleras... Se ha rehabilitado además un horno de pan y una cocina con chimenea típica del Serrablo y una cadiera. También la bodega con sus toneles y tinajas. 

El 8 de julio se realizó la apertura parcial de bar y el restaurante y a principios de agosto, los alojamientos, 45 plazas en habitaciones múltiples de entre cuatro y diez camas. "Se ha mantenido toda la estructura exterior y muchos elementos tradicionales del interior", explica José Andrés Pintado, guarda del refugio, en el que trabaja un equipo de cinco personas formadas en el albergue de Riglos. 

La casa, de dos plantas, cada una de 200 metros cuadrados, ha podido aprovechar también las falsas. Tiene además un corral adosado que se ha cubierto para construir un gran salón de actos que podría funcionar como comedor para 150 personas. Este espacio lo compartirán el albergue y el Ayuntamiento, ya que se pretende que sirva también para la celebración de actividades de la localidad y la comarca, fiestas del pueblo, reuniones de vecinos o que sea punto de encuentro de eventos deportivos. 

"Cuando entran los clientes se sorprenden, les llama la atención la casa", señala Pintado. Lo mismo que el gran pabellón, la nueva construcción surgida al cubrir los corrales, donde también había un hierbero y una caseta de aperos, así como la terraza panorámica con vistas al pico de Guara.  

El albergue, a 47 kilómetros de Huesca, en la zona periférica del Parque Natural de Guara, estará operativo los 365 días del el año, como los de la Federación Aragonesa, con servicios de bar, restaurante y alojamiento. Situado a la entrada de Nocito, por aquí pasan rutas senderistas como el GR-1, el sendero histórico que recorre las sierras exteriores, el Camino Natural de la Hoya, el de San Úrbez o el de Yebra de Basa a Nocito.    

La obra, promovida por Peña Guara, supone una inversión de 1.181.916 euros. La rehabilitación de la casa como refugio asciende a 795.055,65, sufragado por el club con una ayuda de la Asociación para el Desarrollo Rural Comarcal de la Hoya de Huesca (Adesho). Se pudo acabar con aportaciones extraordinarias de unos 3.000 socios de Peña Guara. 

El espacio multiusos para la celebración de actos que podrá ser utilizado por el Ayuntamiento y por el club ha supuesto otros 386.860 euros, financiados por la Diputación en su mayor parte, y por el municipio, y ha contado con una subvención del Ayuntamiento de Huesca. 

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