El Ayuntamiento de Fraga ha iniciado las obras de recuperación y restauración del pozo de hielo del siglo XVII, que incluyen la reurbanización del paseo del Segoñé y de la plaza de España. Los trabajos están siendo ejecutados por la UTE formada por Hormigones Fraga y Hormigones Grañén, adjudicatarios del concurso por 1,6 millones de euros y un plazo de 9 meses.

La gran obra del mandato del equipo de gobierno del PP ha arrancado con polémica ya que un grupo de vecinos se ha manifestado contra la tala de las moreras, plantadas hace 33 años, con un acto simbólico. "Solo pedimos un poco de sensibilidad por parte de la administración porque dan una sombra magnífica. No nos oponemos a que talen algunas, pero nos gustaría que se salvaran las máximas posibles integrándolas en el proyecto", afirman desde este colectivo.

Ecologistas en Acción Bajo Cinca ya presentó alegaciones al proyecto defendiendo su mantenimiento por considerar que los árboles estaban "maduros y sanos". Pero los técnicos municipales las rechazaron argumentando que "no se encontraban en un estado saludable" y que podían ocasionar algún accidente por la rotura de ramas por lo que dieron el visto bueno a la tala. No obstante, también aclararon que el proyecto de remodelación prevé plantar otros nueve ejemplares de la misma especie.

Por otra parte, el PSOE denunció este lunes la "nula información" ofrecida por el Ayuntamiento de Fraga a los vecinos de las obras del entorno del pozo de hielo sobre los cortes de calles, las direcciones de las vías afectadas, las rutas alternativas, la señalización, la eliminación de plazas de aparcamiento o los plazos exactos de las diferentes fases. Su portavoz, Ángel Sorolla, volvió a criticar el "empeño" del equipo de gobierno en ejecutar esta "obra faraónica" a la que los socialistas se oponen.