"Aceptamos la expropiación, pero antes necesitamos encontrar un piso digno para no quedarnos en la calle"

Ricardo Giménez y su familia piden ayuda al Ayuntamiento de Huesca para irse a una vivienda de alquiler social ante su inminente desalojo para unas obras de urbanización del polígono industrial de La Magantina.

Ricardo Giménez, con su hijo José Luis y su nuera, Rosa, frente a la casa del paseo Lucas Mallada de Huesca que deben desalojar.
Ricardo Giménez, con su hijo José Luis y su nuera, Rosa, frente a la casa del paseo Lucas Mallada de Huesca que deben desalojar.
Javier Navarro

El Ayuntamiento de Huesca ha dado de plazo hasta el 31 de agosto para que Ricardo Giménez y su familia abandonen la casa situada en el número 48 del paseo de Lucas Mallada para proceder a su derribo y, posteriormente, urbanizar este tramo con nuevas aceras, zonas verdes y arbolado. Se hará realidad de esta forma una de las históricas reivindicaciones del polígono industrial de La Magantina, que siempre ha reclamado poner fin a la imagen de degradación de la zona. Se invertirán más de 300.000 euros.

Para ello, el Consistorio ha tenido que expropiar dos inmuebles situados junto a las naves industriales. Y uno de ellos es donde lleva viviendo de alquiler durante 30 años la numerosa familia de Ricardo Giménez (12 personas). Este asegura haberse visto "obligado" a aceptar hace un mes el justiprecio de 8.200 euros que se estableció como indemnización por el desalojo ya que le quedaban dos años aún de contrato de alquiler.

Uno de sus hijos ha conseguido alquilar un piso con su familia pero es pequeño y no ha podido compartirlo por lo que se han tenido que quedar en la casa Ricardo, su otro hijo, José Luis, la mujer de este último, Rosa, y tres niñas, una de ellas con una discapacidad.

Rosa es la única con una nómina ya que tanto su marido como su suegro se dedican a la venta de chatarra y antigüedades y solo tienen ingresos esporádicos. Ella deja claro que no se oponen a la expropiación, "pero queremos que nos den un poco más de tiempo para poder encontrar una vivienda digna a la que trasladarnos y no quedarnos en la calle", explica.

En este sentido, piden ayuda al Ayuntamiento para encontrar un piso de alquiler social. "Yo no quiero que me regalen nada, solo que nos faciliten un alquiler barato porque con mi nómina no puedo pagar 600 o 700 euros con tres niñas", subraya Rosa. Y es que se queja de que hasta ahora ha preguntado en inmobiliarias y en bancos "y nadie me ofrece nada".

Desde el Consistorio replican que como inquilinos afectados ya han cobrado la indemnización pertinente y que el 31 de agosto deberán dejar la casa para iniciar las obras de reurbanización. 

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