La anécdota del día salta en el Saludo al Santo
Un hecho imprevisto ha obligado a las charangas a emplearse a fondo frente a la Basílica
El Saludo al Santo es uno de los actos tradicionales que conforman la agenda del primer día de las Fiestas de San Lorenzo. Las peñas bajan con la cabalgata desde la plaza de la Catedral, nada más tener lugar el chupinazo, de camino a la basílica de San Lorenzo. Miles de personas discurren como una marea púrpura y verde, mientras son observados por los que deciden vivir el día 9 de forma más tranquila.
A su llegada a la plaza, dos peñistas en representación de todos los demás, le ponen un pañuelo a la gran escultura de San Lorenzo que preside la fachada de la iglesia, en la entrada del popular Tubo. El pañuelo va decorado con todos los escudos de las diferentes entidades.
Este año, el del gran regreso de las fiestas de Huesca, el turno ha sido para Antonio Pérez y Carmen Sáez, quienes han acudido al acto en familia, hasta con sus nietas, Leyre y Arya.
Pero un imprevisto ha convertido el acto en algo un poquito diferente de lo que esta pareja esperaba. Llegada la hora, nadie encontraba las llaves para poner en marcha la plataforma que iba a elevar a la pareja de peñistas hasta la estatua del santo.
Ha habido momentos de impaciencia entre el público, motivo por el que las charangas han debido emplearse a fondo para apaciguar el ambiente, que se iba caldeando por momentos y no precisamente por las altas temperaturas.
En medio de los sones de 'Paquito el chocolatero' y algo de somardeo, finalmente han sido los bomberos quienes han acudido al 'rescate' del acto. Un gran camión se ha abierto paso entre gentío y entre vítores. Lo que no ha ocurrido en la historia de más de dos década de esta cita ha sucedido tras dos años de parón festivo.
