Un encuentro de kizomba reúne a 150 personas en Tella-Sin para bailar y pensar

Los participantes, llegados desde distintos lugares de España, han practicado danza y meditación durante tres días en una novedosa iniciativa turística que ha tenido la naturaleza como escenario.  

Dicen que más que música, más que danza es una actitud ante la vida. Alrededor de 150 personas han participado estos días en Sesshin, un encuentro organizado para los apasionados de la kizomba, la naturaleza y el autoconocimiento que durante tres días, del 1 al 3 de julio, ha tenido lugar en distintas localizaciones de Sin, Salinas y el Valle de Pineta. En estas jornadas se han impartido talleres diversos con el único fin de ayudar a los participantes conectar con su interior y a expresarlo bailando.

La presidenta de la Asociación Empresarial Turística de Sobrarbe, Paz Agraz, ha participado en la organización de esta iniciativa, que ha sorprendido por ser novedosa y por su capacidad de atracción. "Ha sido una actividad que se ha desarrollado en la naturaleza y que se ha desmarcado un poco de aquellas a las que estamos más habituados, como los deportes activos", ha comentado. 

En esta ocasión ha sido el baile en la naturaleza. "Hemos disfrutado de todo el entorno de Salinas y Sin (en el municipio de Tella-Sin) y en el Valle de Pineta", ha destacado Agraz. La kizomba, entre una lambada y un tango, es una danza de origen africano y se ha combinado con sesiones de yoga y crecimiento personal que han tenido lugar en un entorno privilegiado. 

Según ha explicado uno de los profesores, esta nueva danza tuvo su origen en Angola, en los años 70 del siglo pasado. "Ha ido evolucionando y ha entrado en Europa por Portugal y por Francia", ha detallado. Su música es producto de muchas fusiones y tiene muchas variantes, también a la hora de  bailarla, lo que hace en pareja. Entre los maestros de kizomba se ha contado con Albir Rojas, muy conocido a nivel internacional. Entre los alumnos ha habido paridad de hombres y mujeres, con edades desde los 20 a los 70 años. 

El encuentro ha tenido su campo base en el polideportivo de Salinas, hasta donde han llegado aficionados de diferentes lugares de España como Madrid, País Vasco, Cataluña, Valencia, La Rioja o Navarra. "Ha sido una nueva forma de promocionar la naturaleza y de promover nuevas actividades que se enriquecen por el entorno", ha manifestado Paz Agraz. 

 

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