El Casino de Huesca canta las cuarenta de nuevo: "Han sido dos años aburridísimos"
Los socios aplauden que esta semana se haya reabierto por fin la instalación al 100% tras más de dos años. Ha sido el último servicio municipal en recuperar la normalidad.
"Parece que estos 700 días han sido 1.000 porque estábamos acostumbrados a venir todas las tardes a jugar la partideta, no faltábamos ni sábados ni domingos, y hemos estado más de dos años sin tocar ninguna baraja". Son palabras de José Campo, que esta semana se ha reencontrado por fin con sus amigos, José Eulogio Laliena, Juan José Jiménez ‘Pachetas’, José Carrera, José María Bernad y Mariano Alonso, entre muchos otros, para volver a jugarse unos cuantos céntimos cada día al guiñote en el emblemático Casino de Huesca.
Y es que este es el servicio municipal que más ha tardado en recuperar la completa normalidad que truncó la pandemia. El Ayuntamiento permitió a partir del 1 de abril recobrar toda su actividad como los juegos de mesa y la lectura de prensa. Como explicó la concejala Cristina de la Hera, en este tiempo han querido mantener una posición "prudente" ya que las personas mayores, principales usuarios, han sido el colectivo más vulnerable durante la pandemia.
En este período ha habido un ligero descenso se socios, de 379 a 358, ya que pese a las 21 nuevas altas, ha habido 42 bajas. Está abierto a los mayores de 18 años y la tasa mensual es de 5 euros que se abona cada dos meses, además de una cuota de entrada de 12. Eso da derecho a la utilización de las instalaciones: televisión, juegos, billares, lectura de prensa, actos culturales, etc.
Los usuarios han acogido esta reapertura con gran alegría ya que la palabra que más repiten para definir lo que han pasado en estos más de dos años es "aburrimiento". Y es que muchos de ellos llevan más de 30 años como socios. "Yo me iba a andar a las Fuentes de Marcelo y por otros sitios", afirmó ‘Pachetas’.
De hecho, todavía se acordaban dónde jugaron la última partida a principios de marzo de 2020, cuando el Ayuntamiento decidió retirar los juegos de mesa para evitar el contagio. "Vinimos a jugar normalmente como todos los días y nos dijeron que ya no se podía así que subimos a buscar una baraja y nos sentamos en la terraza de abajo. Y nos jugamos la consumición", relataron.
Pese a todo, entienden que se hayan tomado estas precauciones. "Está bien que lo hayan cerrado un tiempo porque aquí la gente es mayor", manifestaron.
"Ahora solo nos falta el bar"
En otra mesa cercana, Rafael Ruiz, Fernando Giménez, Manuel Moreno y Antonio Lera también disfrutaban por fin de una partida al rabino. "Hemos estado dos años encerrados en casa, ha sido muy aburrido, pero lo hemos superado", admitían aliviados. Están contentos de poder volver "porque había muchas ganas", aunque recalcan que todavía echan en falta una cosa para que su felicidad sea completa: "Solo nos falta que se abra el bar".
Jesús Oto, Julián Gracia, Manuel Benito y Vicente Mavilla también volvían a jugar al guiñote después de mucho tiempo. "Lo hemos pasado mal porque esto te da vida", subrayaron, al tiempo que aún recordaban con nostalgia los años en los que el Casino se llenaba casi todas las tardes. "Había más del doble de gente que ahora. Estaban las dos salas ocupadas, una de fumadores y otra de no fumadores, y se jugaba mucho más dinero", destacaron. Algunos esperan con impaciencia también que se puedan quitar la mascarilla en interior.
Alfonso Giménez, socio del Casino desde hace más de 35 años, tenía "mucha ganas" de volver "porque pasamos aquí unas horas, unos jugando al dominó, otros al rabino, al guiñote. y nos conocemos todos". Con todo, afirmó que la afluencia no se ha recuperado al 100% "porque mucha gente aún tiene reparos y no se acerca por aquí, y eso que estamos ya todos vacunados".
