Más de 1.500 personas salen a la calle en Huesca para apoyar a Ucrania
La comunidad de ucranianos residente en la capital oscense, alrededor de 200 personas, ha convocado una concentración para rechazar la guerra y ha agradecido la solidaridad de la ciudad.
Este sábado se han cumplido 10 días de la invasión de Ucrania por Rusia. Es el tiempo que la comunidad de ucranianos residente en Huesca, cerca de 200 personas, lleva en vilo por el futuro de sus familiares y de su país. Más de 1.500 oscenses han salido a la calle para mostrar su apoyo a un pueblo "cuyo único pecado ha sido querer formar parte de Europa" y su rechazo a esta guerra.
Globos con los colores de Ucrania, enseñas de distintos tamaños y dolor por sus familiares han acompañado las palabras de los ciudadanos del país invadido. Varias personas han hablado de cómo es su día a día a miles de kilómetros del lugar donde viven maridos, hijos, padres o hermanos, pendientes de los mensajes telefónicos, de las noticias y de que Europa no los deje a su suerte porque "ellos no pueden soportar solos lo que se les viene encima".
Iván, que está en Huesca con sus padres desde 2014, se ha vestido con una blusa de bordados ucranianos y se ha envuelto con una bandera. "Mis amigos me preguntan si puedo traer aquí a mi familia y yo les digo que no puedo hacer venir a 40 millones de personas porque todos son mis hermanos", ha manifestado. Ha hablado de los "héroes" que se quedan para defender su tierra "hasta el fin" y ha lanzado un ‘viva Ucrania’ en su lengua que ha sido secundado por todos sus conciudadanos.
Daniel Shvayka tiene 14 años y lleva "toda su vida" viviendo en Huesca". Tiene contacto con sus familiares que están en Ucrania y ha señalado que "las cosas están muy mal, muy mal". Según ha dicho, "hay explosiones, la gente está saliendo y hace falta más ayuda". Ante la afluencia a la concentración ha manifestado sentirse sorprendido porque "no esperaba que tanta gente sobre todo española, haya decidido acercarse para apoyarnos, que es lo que necesitamos ahora". Su familia está en Kirovogrado, 320 km al sur de Kiev. "Los rusos se han movido más hacia las ciudades importantes, pero ya han empezado a bombardear ahí y ellos tienen que esconderse o salir".
Con su mujer, su hija y el novio de esta ha acudida a la plaza de Navarra Oleh Franko, que portaba una gran bandera de sus país. Lleva en Huesca más de 20 años y es camionero. "No puedo conciliar el sueño porque allí está mi familia, mis hermanos...". Residen en Poltava, al este del país y donde Farmamundi ha puesto en marcha una actuación de emergencia para atender a 8.600 desplazados. La mayoría son mujeres y niños.
Los testimonios, cargados de emoción e impotencia, se han sucedido tras el micrófono colocado en las escaleras del Círculo Oscense. Desde aquí se ha clamado por el cierre del espacio aéreo para que no pasen los aviones rusos y porque se salve a todo los ucranianos, sobre todo a los niños, ya que la comida y el agua empiezan a escasear en las ciudades asediadas.
Los oscenses también han manifestado con sus intervenciones su rechazo a la guerra y han mostrado su solidaridad con el pueblo ucraniano. La concentración ha finalizado con el canto del himno de Ucrania, dirigido por Irina Hermak y coreado por sus compatriotas. El marido de esta, Yaroslav, ha contado que el matrimonio vive en Huesca desde hace 12 años. "Tenemos dos hijos, ya mayores, que están trabajando allí, en Lviv", ha explicado. Esta ciudad ciudad hace frontera con Polonia y es la conexión ucraniana con Europa,
Tatiana Fetysova, en nombre de todas la comunidad de Ucrania en Huesca, ha agradecido el apoyo que están recibiendo de la sociedad oscense. Con lágrimas en los ojos y en la voz, ha dicho: "Sois como nuestra familia". Además ha señalado que "toda ayuda vale, ya sea para luchar, escuchar o luchar juntos.
