Vecinos e instituciones rechazan de plano un parque solar flotante de 17 hectáreas en el embalse de Mediano

El proyecto ha recibido 200 alegaciones de residentes en el territorio, que puede que no sean aceptadas al exigir su presentación en formato digital. También la Diputación de Huesca ha mostrado su oposición frontal.    

Proyecto para la instalación de un parque de placas fotovoltaicas en el embalse de Mediano.
Proyecto para la instalación de un parque de placas fotovoltaicas en el embalse de Mediano.
Heraldo

Los vecinos de La Fueva no quieren tener que sacrificarse de nuevo en pro de la construcción de una infraestructura de producción de energía eléctrica que genera riqueza en otros territorios pero compromete su futuro. En los años 60, la localidad de Mediano, situada en ese municipio, quedó inundada por la presa del mismo nombre y ahora se plantea la instalación sobre la lámina de agua de una parque fotovoltaico que ocuparía una extensión de 16,94 hectáreas. 

El proyecto del parque, de 15 Mw, y de la línea eléctrica de alta tensión para la evacuación, promovidos por Mediano Solar, S. L., están en información pública. Contra los mismos se han posicionado tanto la Diputación de Huesca como los vecinos de la zona, que han presentado 200 alegaciones ante el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). La instalación comprende estructuras fotovoltaicas flotantes, estaciones de transformación, conexiones eléctricas y las infraestructuras de evacuación a la subestación ya existente en Mediano, que hace este emplazamiento especialmente atractivo para cualquier empresa. 

La Diputación manifiesta su "oposición" a la planta solar y la línea eléctrica, alegando en primer lugar la afectación del Plan General de Ordenación Urbana de Mediano (La Fueva), actualmente en proceso de modificación, precisamente para limitar la proliferación de los parques solares con el objetivo de reducir el impacto paisajístico y socioeconómico que estos suponen. Entre las directrices que se pretenden establecer están una distancia mínima de más de 1.000 metros y un máximo de cinco hectáreas de superficie.

En segundo lugar, menciona los efectos sobre la calidad de las aguas y la fauna y la flora. Preocupa la generación de sombras de las placas sobre la lámina de agua en su vertical y las consecuencias de esto, por ejemplo, en la población de truchas. Otras afecciones citadas son los vertidos accidentales de sustancias químicas por la manipulación de baterías; la degradación de los elementos flotantes o sumergidos o la corrosión que con el paso del tiempo tengan los elementos de la parte sumergida de la estructura. Además, la línea de evacuación de alta tensión se haría en una zona clasificada dentro del ámbito de protección del quebrantahuesos.

En cuarto lugar, están las afecciones paisajísticas. "Estos proyectos rompen con la estética del medio rural y causan un impacto visual de gran calibre", señala la Diputación. Durante la ejecución de la obra civil se producirán movimientos de tierra, explanaciones, excavaciones, aperturas de zanjas y rellenos derivados de la construcción de la subestación eléctrica, así como de la línea de evacuación. También producirá efectos notables sobre la cubierta subacuática debido a la necesidad de realizar los sistemas de anclaje que fijen la estructura flotante, y existe un riesgo de derrames de materiales contaminantes al agua (aceites, combustibles, etc.) procedentes de máquinas de obra o embarcaciones.

No se olvida de las consecuencias socioeconómicas. Los municipios de Abizanda, La Fueva, Palo, El Pueyo de Araguás y Aínsa-Sobrarbe, situados en el entorno, se dedican sobre todo al sector servicios (70% y en algún caso el 84%). Un porcentaje alto del tejido social de la comarca vive del turismo, y el paisaje es su mayor reclamo. "Instalaciones y proyectos como éste truncan el motor socioeconómico", señala el informe de alegaciones, en un territorio que además no está industrializado, y, por tanto, los consumos energéticos son residuales en comparación con la electricidad ya generada en los saltos y embalses existentes en la comarca de Sobrarbe. "Son territorios ya castigados por este mismo motivo en otros tiempos y que diezmaron el censo poblacional del valle del municipio de La Fueva".

Además, durante todo el proceso de construcción y de explotación se afectaría notablemente al desarrollo de las actividades recreativas en el propio embalse, ya que no son solo las 17 ha que ocupa la instalación, sino que se trataría de un perímetro mucho mayor derivado de la ejecución de la instalación de transformación, así como por la presencia de los cables subacuáticos que transportan la energía producida.

Daños paisajísticos

También se habla de las consecuencias paisajísticas "evidentes". Menciona el castillo de Samitier, el esconjuradero de Mediano, el desfiladero del Entremón (conocida ruta senderista entre los embalses de El Grado y Mediano) o la torre y la iglesia de La Asunción de Mediano, anegada con el embalse, si bien queda siempre visible, un atractivo turístico al quedar como un vestigio del pueblo inundado. 

Por último, la Diputación menciona el peligro en caso de una crecida del río, que podría provocar importantes cambios en las condiciones de estabilidad de la instalación. Ello, unido a la constante erosión del medio acuático, conllevaría un gran aumento del riesgo de fallo de los sistemas de anclaje. En este caso, añade, "podría verse arrastrada aguas abajo hacia la presa del embalse de Mediano, tapando los órganos de evacuación".

Miembros de la plataforma en la presentación de las alegaciones.
Miembros de la plataforma en la presentación de las alegaciones.
Heraldo

La Diputación ha presentado asimismo alegaciones por las afecciones de la futura línea de evacuación aérea de alta tensión, con una longitud estimada de 2.841 metros. También se opone frontalmente a este tendido el Ayuntamiento de La Fueva. Su alcalde, Ramón Laplana, explica que, respecto al parque solar, se ha remitido un informe al Inaga destacando las carencias en cuando a un estudio de impacto socioeconómico y otro sobre las afecciones a la lámina de agua y la seguridad de la presa.  

Las alegaciones han venido asimismo de la plataforma La Fueva No Se Vende, que ha presentado más de 200 en nombre de otros tantos vecinos de la zona, ya que considera que "de llevarse a cabo este macroproyecto significaría la instalación de una línea de 200.000 voltios que pasaría por encima del propio pueblo, con pilonas de más de 60 metros de altura en el casco urbano". 

La brecha digital afecta al derecho a presentar alegaciones

Los argumentos son similares a los de la Diputación, pero además señalan que el punto propuesto para la instalación del parque flotante está a menos de un kilómetro de la captación de agua para consumo humano de las poblaciones de Mediano y Samitier. "El pueblo de Mediano ya fue inundado por el embalse, y ahora, los habitantes de la zona temen sufrir de nuevo las consecuencias de otro proyecto energético", critican. Y no es el único colectivo, ya que se ha sumado la Asociación de Promoción Turística del Valle de La Fueva.

Por otro lado, la plataforma ha criticado la sensación de "indefensión" e "injusticia" en la que se siente, ya que al presentar los documentos, la OCA (Oficina Comarcal Agroambiental) les comunicó que muy probablemente sus alegaciones no serían admitidas, ya que solo se tramitan las presentadas telemáticamente. 

El colectivo exige que el Gobierno de Aragón y el Inaga modifiquen esta normativa, pues no entienden "cómo pueden ser capaces de discriminar y privar del derecho de alegación a macroproyectos energéticos a un gran número de personas, que no tienen acceso a las nuevas tecnologías o que, simplemente, no conocen bien su funcionamiento".

 

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