La carretera del Salto de Roldán, una odisea más arriesgada que su leyenda

La Diputación de Huesca prepara una inversión de 360.000 euros para acometer un asfaltado integral de los cuatro primeros kilómetros y estudiará la forma de ensanchar el tramo final.

El último tramo de la carretera es tan estrecho que es imposible que se crucen dos vehículos.
El último tramo de la carretera es tan estrecho que es imposible que se crucen dos vehículos.
Javier Navarro

Flanqueado por el pico Gratal y el tozal de Guara, el emblemático Salto de Roldán es uno de los principales atractivos paisajísticos del entorno de la ciudad de Huesca (está en Nueno, a poco más de 20 km) con sus dos impresionantes mallos de 350 metros de altura.

Sin embargo, acceder hasta allí en vehículo o en bicicleta es casi más arriesgado que el salto que, según la leyenda, tuvo que dar el guerrero Roldán con su caballo de peña a peña para huir de los musulmanes que le perseguían. Y es que la carretera está llena de baches, con el firme en muy mal estado y en algunos puntos es tan estrecha que imposibilita el cruce de dos vehículos.

Las críticas por su estado han llegado incluso al Justicia de Aragón. En una queja tramitada el pasado año, un ciudadano alertaba de su peligrosidad para cualquier usuario, desde un turismo a una bicicleta. De hecho, informaba de algunos accidentes, como caídas de ciclistas por la gravilla, o el de una moto por los baches.  

Aunque la titularidad de esta vía pertenece a la Confederación Hidrográfica del Ebro al ser un camino que daba acceso al embalse de Santa María de Belsué, la Diputación de Huesca ha decidido impulsar un proyecto de mejora con ayuda de los fondos que ha solicitado al Gobierno central para reparar los daños ocasionados por el temporal Filomena de hace un año. La actuación está incluida dentro de la lista de inversiones presentadas por valor de 8,4 millones de euros con la esperanza de obtener una subvención de hasta el 50%.

"Sacar más provecho turístico"

"Estamos convencidos de que se puede sacar mucho provecho porque el Salto de Roldán tiene un potencial turístico enorme", explica el diputado responsable del área de Obras, Joaquín Monesma. De momento acaban de realizar una intervención de urgencia de bacheo con una inversión de 30.000 euros en el tramo que va desde la carretera HU-324 (Apiés-Sabayés) hasta el cruce con la HU-V-3243 que conduce a Santa Eulalia de la Peña.

Sin embargo, la DPH tiene previsto licitar este año una actuación más ambiciosa, con un presupuesto de 360.000 euros que irá con cargo a los remanentes (aunque confían en recuperar luego la mitad), para poder acometer un asfaltado integral de ese mismo tramo de 4 kilómetros y dejar así "un acceso digno".

La Diputación también se plantea intervenir en el último tramo de la carretera, de un kilómetro aproximadamente, que va desde el cruce hacia Santa Eulalia hasta el parquin ubicado a los pies del Salto de Roldán. Es la zona más complicada, ya que es tan angosta que no se pueden cruzar dos vehículos al mismo tiempo.

Sin embargo, esta podría requerir más trámites con un estudio geológico, topográfico y de impacto ambiental, ya que haría falta ampliar la calzada o al menos acondicionar algún sobreancho para facilitar las maniobras. Joaquín Monesma tiene claro que el presupuesto debe ser "realista" y acorde a las disponibilidades económicas de la institución, aunque también espera contar con la colaboración de la Confederación Hidrográfica.

Adrián Navarro gestiona el Mirador de Sabayés -un albergue turístico de 30 plazas- y el centro de interpretación Espacio Salto de Roldán, cuyo edificio fue galardonado en su día con el premio García Mercadal, y aplaude el proyecto porque "el mal estado de la carretera se ha agravado sobre todo en los dos o tres últimos años y está impracticable".

Organizan actividades de senderismo, rutas interpretativas, barranquismo, vías ferratas, escalada, rápel... en el entorno del Salto de Roldán y asegura que "antes subíamos con furgonetas de nueve plazas con clientes y ahora no se puede ni pasar porque está llena de agujeros".

Quejas de los visitantes

Navarro afirma que muchos visitantes se les quejan "todos los fines de semana" del mal estado y también de la estrechez, "sobre todo los que suben en autocaravanas porque al no poderse cruzar dos coches, si viene otro de frente tienen que retroceder todo el camino y a veces se quedan hasta con una rueda colgando, se montan unos líos tremendos".

También pide que se señalice el Salto de Roldán, ya que las únicas indicaciones que hay ahora son erróneas "porque te indican el embalse de Belsué pero está cortado el acceso".

Adrián Navarro lamenta que pese a que en estos años han conseguido reforzar el destino turístico con el centro de interpretación y los alojamientos y atraer cada año más visitantes, "las infraestructuras de carreteras no acompañan pese al tremendo potencial que hay".

De hecho, también se queja de que no pueden llegar los autobuses hasta Sabayés porque la carretera que vienen de Nueno no permite el paso de vehículos de más de 9 toneladas y de 8 metros de longitud "con lo que tenemos que renunciar a muchos grupos grandes de agencias".

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