La Comisión Provincial de Patrimonio ha dado por fin luz verde al proyecto de recuperación del pozo de hielo de Fraga presentado por el Ayuntamiento. Hasta ahora, sus reparos mantenían en punto muerto ya no solo la actuación sobre este enclave, sino el conjunto de la remodelación prevista sobre la plaza España y el paseo Segoñé. Las desavenencias sobre el diseño de la cubierta para proteger los restos hallados han retrasado las obras más de seis meses.

Al final, aceptando la sugerencia de los técnicos del Gobierno de Aragón, el pozo de hielo contará con una cubierta de cristal a ras de suelo y el perímetro estará delimitado con una barandilla, lo que evitará que pueda transitarse sobre la estructura. El diámetro de esta cubierta rondará los diez metros.

El acceso al interior del enclave, declarado Bien de Interés Cultural, se realizará a través de una trampilla, que ocupará el lugar utilizado antiguamente para el depósito del hielo o la nieve.

En dos ocasiones, Patrimonio había denegado la cubierta propuesta desde el consistorio -una marquesina porticada y cerramientos verticales acristalados- al entender que restaba protagonismo al pozo de hielo.

Ahora, una vez modificado el proyecto y obtenida la autorización, el Ayuntamiento de Fraga deberá volver a pasar por pleno la aprobación inicial del proyecto completo, es decir, de la remodelación de la plaza España y el paseo Segoñé, del que forma parte la recuperación del pozo de hielo, según detalla la concejala del área de Urbanismo, Esther Rubio.

Posteriormente, volverá a abrirse el periodo de alegaciones, a lo que seguirá la licitación y adjudicación de las obras, que comenzarán ya el próximo año, estima la edil de Urbanismo. Rubi también confirmó que los cambios realizados en el proyecto elevarán ligeramente el presupuesto de la actuación y finalmente la inversión total rondará los 1,8 millones de euros.

El proyecto de remodelación de la plaza España y el paseo Segoñé, que se sitúan en el corazón del casco histórico, no formaba parte de los planes iniciales del Ayuntamiento de Fraga. De hecho, deriva del hallazgo fortuito del propio pozo de hielo, cuyos restos aparecieron en enero de 2020, a raíz del reventón de una tubería. 

Desde su concepción, esta actuación ha sido objeto de un tenso debate a nivel político y social, en el que su principal detractor ha sido el PSOE. De hecho, además de expresar su desacuerdo con la estructura de cubrición del pozo de hielo, también se ha mostrado en contra de otra de las cuestiones planteadas en el proyecto: el cambio de ubicación de La Fragatina. El equipo de gobierno (PP) prevé desplazar la escultura, que representa y ensalza a la mujer fragatina, al inicio del paseo, justo delante de los restos encontrados, aunque a cierta distancia con el fin de que conserve su protagonismo. También tiene previsto modificar la fuente sobre la que se eleva.

Además de la recuperación del pozo de hielo y el desplazamiento de La Fragatina, los trabajos previstos también incluyen la modernización de la red de abastecimiento, que se encuentra muy deteriorada y provoca importantes fugas, la renovación del actual pavimento así como la creación de un nuevo vial hacia la zona del Revolt.

Asimismo, se suprimirá el tráfico de un lateral de la plaza España, que se sumará a las zonas peatonales y que conllevará la pérdida de un total de 32 plazas de aparcamiento. El proyecto está dividido en tres fases y tiene un periodo de ejecución de nueve meses.