El Desván ha vuelto a reunir en su apertura esta tarde a numeroso público amantes o curiosos por objetos de épocas pasadas. El Desván, la feria del desembalaje, reúne en su decimocuarta edición hasta este domingo a 34 expositores -tres más que el año pasado-, entre ellos anticuarios locales y de la provincia, pero también de otras partes de la geografía española y del sur de Francia.

Pasear por sus puestos supone un viaje melancólico donde reencontrarse con la escuela del Franquismo, adentrarse en las cocinas y salones de las casas señoriales y también las casonas de pueblo con sus cadieras y ollas de cobre y tinajas de cerámica. Cascos militares, espadas o sables, u otros objetos bélicos de la Guerra Civil (escudos con el yugo y las flechas o tirantes con la tricolor), ajuares, vestidos, aperos de labranza, juguetes, … Objetos para cualquier gusto y a precios asequibles.

El domingo se podrá ver de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.00 con entrada gratuita.

El Desván es una feria del desembalaje, esto es, un formato de venta de antigüedades en auge, que cada vez cuenta con más seguidores. Las piezas se exponen directamente descargadas de los camiones, y pueden encontrarse piezas restauradas y también sin restaurar.

En sus más de diez años El Desván se ha convertido en un referente en el sector en la zona norte de la Península. Además de superar el número de la edición pasada, el interés de los expositores ha hecho que se haya habilitado una lista de espera para esta edición.

Alejandro Rodríguez acude desde Logroño “con de todo, objetos pequeños, medianos, mueble auxiliar, espadas antiguas y armas blancas, radios que funcionan muy bien y gustan, y como curiosidad un pesa bebés de farmacia. La feria tiene mucho movimiento, de eso se trata, de que la gente venga y disfrute”.

La anticuaria de Barbastro, Pilar Puértolas, presenta un conjunto de ginecología de principios del siglo XX “que no es muy vendible para tener en casa pero que solemos alquilar para películas como atrezzo. También traemos las antiguas sillas velador del Bar Luis, un mostrador de avioneta muy divertido que era de una tienda de ropa que cerró o el libro ‘Botiquín Escolar’ que publico el doctor de Barbastro Marínez Vargas, …”. Esta anticuaria considera que El Desván “está ya muy consolidado con muchos visitantes y expositores de Cataluña” y cree que podría ser un revulsivo “para crear un mercadillo de fin de semana como hay en otras poblaciones europeas y que atraería público, fomentaría el coleccionismo y las ventas”.

La mayoría de los expositores, un total de once, proceden de distintos puntos de la provincia de Huesca. Además, ocho llegarán de Barcelona, tres de La Rioja, dos de Zaragoza y Tarragona, a los que se unen los procedentes de Lérida, Girona, Navarra y Castellón. Destaca también la presencia de otros tres anticuarios llegados de Francia, en concreto de Albi y St. Juery.

Un año más, El Desván mantiene el reconocimiento como Certamen Internacional del Ministerio de Economía y Competitividad, dado el alto porcentaje de anticuarios internacionales que participan cada año en la feria.

En esta ocasión, para la celebración de El Desván se ha establecido un protocolo de medias higiénico-sanitarias, para que la presencia tanto de expositores como de los visitantes sea segura. Se ha ampliado la distancia entre expositores, habrá control de aforo y se ubicarán varios puntos de gel hidroalcohólico en el recinto. Asimismo, se ha informado a los expositores de las medidas que deben adoptar a la hora de mostrar sus productos.