Rosa Serrano: "Hay que hacer caso a los tribunales y también a los sanitarios"

El Consejo de Ministros la designó el martes nueva delegada del Gobierno en Aragón en sustitución de Pilar Alegría, que acaba de ser nombrada ministra de Educación. Esta militante socialista de 51 años era concejala en el Ayuntamiento de Huesca y senadora.

Rosa Serrano
Rosa Serrano
Pablo Segura

Enhorabuena. ¿Cómo se siente al ser ya la nueva delegada del Gobierno en Aragón?

No solo es un honor que te ofrezcan estos puestos sino que estoy muy contenta de asumirlo y con el reto de hacerlo lo mejor posible. Estoy deseando que llegue la toma de posesión para comenzar ya a trabajar.

Lleva solo dos años en política y en este corto periodo ha pasado por el Ayuntamiento de Huesca, por el Senado y ahora asume la Delegación. ¿Cuando dio el salto pensaba en tener que asumir responsabilidades de esta envergadura?

Cuando tienes un compromiso con la sociedad y con lo público desde hace tanto tiempo como es mi caso, estás abierta a todo tipo de responsabilidades que depositen en ti. Ahora comienza una nueva etapa dentro de esa trayectoria y la afronto con mucha ilusión.

¿Se lo pensó mucho cuando la llamaron para ofrecerle el cargo?

Tuve un tiempo de pensarlo, pero enseguida dije que sí porque siempre he estado a disposición de trabajar por los derechos y las libertades y por la prosperidad de todos.

¿Con su nombramiento el PSOE de Huesca sale reforzado frente a Lambán dentro del partido?

Yo me limito a dar a las gracias a mi partido y a las personas que han confiado a mí. Y trataré de representar a todos los aragoneses y aragonesas sin ninguna distinción, vengan de donde vengan.

Es la primera persona del Alto Aragón que dirige la Delegación del Gobierno. ¿Se va a escuchar más la voz de Huesca ahora en las políticas nacionales?

Insisto en que mi compromiso es trabajar por todos los aragoneses por igual. Pero no puedo negar mi felicidad por el hecho de que mi provincia esté representada en un cargo tan importante como una Delegación del Gobierno y que sea una mujer altoaragonesa la que lo ocupe.

Echando la vista atrás, ¿qué balance hace de sus dos años en el Ayuntamiento de Huesca y en el Senado?

Quiero poner de manifiesto que ha sido un placer representar a los oscenses como concejala a los oscenses y como senadora. He trabajado día a día poniendo lo mejor de mí misma.

¿Deja muchas tareas pendientes en el Consistorio?

El ritmo de trabajo era frenético y tenía en mente proyectos que aún no se han cerrado y que espero que se materialicen. La labor que se ha hecho en Servicios Sociales ha sido muy buena porque hay profesionales excelentes y confío en que mi sustituto, Arturo Bierge, lo hará fenomenal, al igual que Rubén Villacampa en el Senado.

¿Qué retos se marca para esta nueva responsabilidad?

Ante todo, trabajar desde la lealtad institucional con el Gobierno de Aragón, con las diputaciones provinciales, con los ayuntamientos, con las organizaciones empresariales, sindicales y agrarias y con las entidades del tercer sector, porque todas ellas son necesarias para afrontar los retos a los que nos enfrentamos. Además, creo que ese trabajo se tiene que realizar siempre en base al diálogo y a los consensos para, en definitiva, buscar la prosperidad de todos los aragoneses potenciando y mejorando la calidad de los servicio públicos, generando empleo, impulsando el desarrollo del mundo rural y combatiendo la despoblación.

Retos que llegan en plena pandemia. ¿Eso lo hace más difícil?

Es inevitable tener presente el momento que vivimos pero debemos devolver esa esperanza a todos los aragoneses y para ello trabajaré sin descanso.

¿Está a favor de los toques de queda que proponía el Gobierno de Aragón para cuatro municipios de Huesca y que acaba de denegar el Tribunal Superior de Justicia?

A pesar del ritmo tan alto de vacunación, la situación es difícil y tenemos que ser prudentes. El toque de queda era una de las medidas que compartíamos, pero hay que aceptar la resolución judicial y no nos queda otra que llamar a la responsabilidad personal y entre todos cumplir esas medidas que están en nuestras manos como son la distancia, la mascarilla y sobre todo la prudencia porque todo ello puede evitar que los meses que nos quedan sean duros.

¿Qué piensa cuando ve que los tribunales tumban decisiones políticas como el estado de alarma o los toques de queda?

Es difícil. Hay que hacer caso de la opinión de los tribunales pero también de los sanitarios y se supone que esas medidas son decisiones bien tomadas en función de lo que dicen los asesores.

Desde Aragón se mira a Madrid mucho para reclamar todas las infraestructuras pendientes. ¿Qué va a hacer la Delegación del Gobierno para solventar ese déficit histórico?

Vamos a ser un vaso comunicante entre el Gobierno y la Comunidad Autónoma, las diputaciones y los ayuntamientos para ver todas las necesidades. Cada territorio tiene características distintas y cada Delegación tiene la misión de velar por él y ser enlace con el Gobierno.

En Huesca, por ejemplo, están pendientes las autovías del Pirineo, el Canfranc...

Me consta que ha habido conversaciones y diligencias por parte de la anterior Delegación del Gobierno y seguiremos con ese mismo ritmo.

¿La lucha contra la violencia de género seguirá siendo una de las prioridades?

Por supuesto. Por convicción y en defensa de los derechos y libertades de las mujeres, debemos emplearnos a fondo con la violencia de género aplicando toda la legislación y, sobre todo, con la labor de la Justicia y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en contra de esta lacra de los crímenes machistas y de cualquier otra violencia contra las mujeres. 

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