La Comarca del Somontano repartirá 4.000 ceniceros portátiles para las colillas
Un total de 45 empresas turísticas y puntos de atención al visitante colaboran en la segunda campaña de turismo responsable ‘Guara Somontano sin colillas’.
La Comarca de Somontano impulsa por segundo verano consecutivo la campaña de turismo responsable dirigida a los visitantes de la zona y a la población local fumadora para tratar de concienciar sobre el impacto medioambiental que generan las colillas que se tiran al suelo.
La campaña recibe el nombre de ‘Guara Somontano sin colillas’ y busca apoyar el programa de Libera la Naturaleza de Basura, promovido por Seo Bird Life y Ecoembes. La acción consiste en la distribución de 4.000 ceniceros portátiles, a través de 45 empresas turísticas colaboradoras y puntos de atención al visitante como las oficinas de turismo, centros de interpretación, hoteles, albergues y espacios de afluencia entre los cuales se encuentran el Salto de Bierge y las Pasarelas de Alquézar.
Asimismo, se va a llevar a cabo una campaña de sensibilización a través de carteles distribuidos por toda la comarca y en redes sociales.
La presencia de importantes cantidades de estos residuos es muy habitual en los cascos urbanos pero también es abundante en espacios naturales. Las colillas son extremadamente contaminantes y, con esta acción, se busca reducir las afecciones en los entornos turísticos, tanto ambientales como visuales.
Según un informe de Libera, las colillas están formadas por termoplásticos, altamente contaminantes. Anualmente se fuman seis billones de cigarrillos en todo el mundo y, de estos, 4,5 billones son depositados en espacios públicos. Ya como desechos, pueden viajar miles de kilómetros y contaminar diferentes ecosistemas porque incluso llegan hasta los océanos. Este es el resto más común que se encuentra en las costas. Los estudios determinan que su efecto nocivo puede durar entre uno y 12 años. Además, una colilla mal apagada puede provocar incendios, como el que ha ocurrido este último fin de semana entre las provincias de Lérida y Huesca, que ha quemado un total de 87 hectáreas.
