La diócesis de Huesca ha ordenado a 15 sacerdotes en 20 años, el 75% extranjeros

El obispo Julián Ruiz ordenó este domingo a Kevin de Jesús Urbina Rodríguez, de Nicaragua. Hace diez años que un cura de origen español no recibe el sacramento en la capital oscense. 

Momento de la ordenación sacerdotal de Kevin de Jesús Urbina presidida el domingo 23 de mayo por el obispo Julián Ruiz en la catedral de Huesca.
Momento de la ordenación sacerdotal de Kevin de Jesús Urbina presidida el domingo 23 de mayo por el obispo Julián Ruiz en la catedral de Huesca.
Diócesis de Huesca

Kevin de Jesús Urbina Rodríguez fue ordenado sacerdote este domingo, 23 de mayo, en una celebración en la catedral de Huesca presidida por el obispo Julián Ruiz Martorell. Con este ya son 15 los curas que han recibido este sacramento en la diócesis de Huesca en los últimos 20 años. El 75% de ellos son de origen extranjero, procedentes de países como Colombia, Nicaragua, Costa Rica, Argentina o Kenia. Una prueba de la falta de vocaciones en el país. De hecho, hace ya una década que un cura español no se ordena en la capital oscense.

En concreto, desde el año 2000 se han ordenado en Huesca: Raúl Pallás Arbiol, de Berbegal (15-10-2000); Lorenzo Naya Sarsa, de Huesca (19-03-2006); José Alegre Lanuza, de Grañén (08-12-2006); Wilson Ascensio Callejas, de Colombia (28-06-2009); Fredy H. Peña Torres, de Colombia (20-12-2009); John Kahuthu Mwara, de Kenia (23-07-2011); Manuel Alonso Martín, de Madrid (23-07-2011); Óscar Alejandro Carreño, de Colombia (24-06-2012); Joheman Domingo García Fuentes, de Nicaragua (01-06-2014); Miguel L. Gásquez, de Argentina (07-06-2015); Alexander Alvarado Bolivar, de Costa Rica (04-01-2015); Jesús Escalona, de Venezuela (19-07-2015); José Rafael Nieto Maldonado, de Venezuela (07-02-2016), Noel E. Ardón Rugama, de Nicaragua (12-07-2020); y Kevin de Jesús Urbina Rodríguez, de Nicaragua (23-05-2021).

De nacionalidad nicaragüense, Kevin de Jesús Urbina Rodríguez nació en Managua el 29 de septiembre de 1989 y fue admitido como seminarista del Seminario Conciliar de la Santa Cruz de Huesca desde el curso 2015-16, momento en el que inició sus estudios de Bachiller en Teología complementando la formación con clases de música e inglés y con varios seminarios.

En el 2016-2017, continuó sus estudios en el CRETA (Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón) con sede en Zaragoza. En junio de 2020, Kevin concluyó el Bachiller en Teología y durante el curso 2020-2021 ha continuado su formación en el CRETA para obtener el Título de la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica en Secundaria. En el tiempo que ha estado en Huesca ha compaginado sus estudios con su tarea pastoral en la parroquia de santo Domingo y San Martín. 

Durante el rito de este domingo, Kevin manifestó públicamente su deseo de querer recibir el ministerio del presbiterado y de cumplir los compromisos que de aquí se derivan: ayudar con caridad y humildad al orden episcopal en el servicio del pueblo cristiano; exponer la fe católica con dedicación y sabiduría; presidir con piedad y fidelidad los misterios de Cristo; vivir el celibato como signo de la propia consagración total a Cristo; cumplir fielmente la oración de la Liturgia de las Horas por la Iglesia y por el mundo entero, conformar totalmente la propia vida a Jesucristo y obedecer de modo filial al obispo y sus sucesores.

Tras ello, se llevó a cabo el rezo de las letanías con Kevin postrado en tierra en señal de humildad, de amor y de donación a Dios que le ha llamado. La imposición de manos del obispo Julián Ruiz y la oración consecratoria hicieron que recibiese el Espíritu Santo para servir a los hombres. Concluida la plegaria de ordenación, al nuevo presbítero se le revistió con los ornamentos sacerdotales. Ungido con el santo crisma, el obispo entregó al neosacerdote la patena con el pan y el cáliz con el vino. Este gesto indica que el sacerdote está ordenado para celebrar el sacrificio eucarístico y que él mismo participa en el sufrimiento y la cruz redentora del Señor.

Momento del rezo de las letanías en la catedral de Huesca con Kevin de Jesús Urbina postrado en tierra en señal de humildad, de amor y de donación a Dios.
Momento del rezo de las letanías en la catedral de Huesca con Kevin de Jesús Urbina postrado en tierra en señal de humildad, de amor y de donación a Dios.
Diócesis de Huesca

En su homilía, el obispo dio una triple recomendación a Kevin: “Abre tu corazón, tu vida y tu futuro al Espíritu Santo, un don con mayúsculas que viene de lo alto, es una gracia y un regalo”. Y añadió que “a partir de hoy el Espíritu seguirá impulsando tu vida personal y sacerdotal a lo largo del tiempo. El Espíritu Santo irá recreando en ti y las comunidades a las que sirvas la experiencia que estamos viviendo”. 

Por su parte, Kevin tuvo en su alocución final un recuerdo y agradecimiento a los nombres que le han acompañado en este tiempo y a sus familiares y amigos de Nicaragua.

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