Se busca la espada Excálibur robada en Sobrarbe

La profanación del monolito dedicado a Gonzalo I, instalado en Muro de Roda, ha llevado a la asociación Zona Zero a pedir la colaboración ciudadana para encontrarla. 

La piedra con la espada en Muro de Roda, un símbolo de la Zona Zero.
La piedra con la espada en Muro de Roda, un símbolo de la Zona Zero y la práctica del ciclismo en sus caminos.
Ángel Chéliz

Emulando la leyenda de Excálibur, la espada forjada por Merlín que solo el rey Arturo fue capaz de arrancar de la piedra, la Zona Zero Pirineos levantó hace tres años cerca el castillo de Muro de Roda un monolito con un acero insertado en una roca como homenaje al rey Gonzalo I. Era al mismo tiempo un símbolo de la comarca del Sobrarbe y del esfuerzo de la asociación por recuperar caminos tradicionales para su disfrute en bici, una forma de devolver la vida al territorio.  

Al rey Arturo le ha salido un imitador, ya que la espada de Muro de Roda también ha sido arrancada. Primero la depositaron en el suelo, pero luego desapareció. Zona Zero ha hecho un llamamiento para encontrarla y reponerla, prometiendo incluso una recompensa.

Ciclistas y senderistas que pasaban por el lugar se fotografiaban tirando de ella para arrancarla, una misión que hasta hace unos días parecía imposible. "Todo el mundo que iba al castillo cogía la espada y se hacía la foto, sobre todo los niños", explica Ángel Chéliz, fundador de la Zona Zero y uno de los promotores del monumento. Por aquí pasan varias rutas y el asfaltado del acceso lo ha convertido en un lugar muy visitado.

El acero fue primero arrancado y el culpable lo dejó apoyado en la piedra. Pero a los dos días desapareció. "Se ha tenido que romper de forma intencionada, premeditada. Creemos que ha sido un acto vandálico", señala Chéliz. Tampoco descarta que alguien, "haciendo el bestia", haya empleado su fuerza de manera desmedida, porque de hecho la dejó allí.

La Zona Zero ha expresado su "desolación" por la profanación de este lugar tan especial y a través de sus redes sociales ha pedido la colaboración de todos los ciclistas y senderistas, por si en alguna salida se topan con la espada. Prometen recompensa. De momento ya están pensando en reponerla. Confían en la aparición de la original, aunque sea de forma anónima, pero si no, forjarán otra. 

La instalación de este monolito no fue fácil, cuenta Ángel Chéliz. Hubo que subir la roca, una piedra blanca del río, de 400 kilos de peso, hasta Muro de Roda para instalarla cerca de su castillo, grabarla a cincel y soldar en ella la espada. "A los sobrarbenses nos gusta pensar que al menos durante unos años fuimos un reino. Quisimos hacer un homenaje a Gonzalo I, al que su padre le cedió el territorio de Sobrarbe y Ribagorza y que fue asesinado en una partida de caza, justamente en el valle de La Fueva, muy cerca del castillo de Muro". 

Uno de los numerosos ciclistas que se han hecho una foto colgados de la espada.
Uno de los numerosos ciclistas que se han hecho una foto colgados de la espada.
Ángel Chéliz

En la tarea colaboraron varios artesanos del territorio de forma altruista. La espada la forjó Jesús Solano, herrero de Tierrantona, un pueblo del valle de La Fueva, quien la clavó, taladrando la piedra y soldándola a ella. La roca se trajo del río Cinca. Un cantero de Labuerda, Carlos Serrano, la preparó y  grabó la leyenda: "Gonzalo I de Sobrarbe, rey de Sobrarbe y Ribagorza. In memoriam. 1043", año de su muerte.       

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