El Ministerio busca soluciones para reabrir la N-260 en Campo tras el derrumbe

Se están comenzado a retirar los bloques sueltos que cayeron sobre una excavadora, con la vista puesta en el 14 de mayo, fecha prevista para reanudar el tráfico.

Zona cortada por el desprendimiento ocurrido el 20 de abril.
Zona cortada por el desprendimiento ocurrido el 20 de abril.
Heraldo

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana trabaja contra reloj para solucionar el desprendimiento ocurrido el pasado 20 de abril en la carretera N-260, entre Campo y Seira, ya que el 14 de mayo está prevista la reapertura de esta vía de comunicación con el valle de Benasque. Fuentes ministeriales confirmaron que se sigue estudiando las posibles soluciones, incluyendo una alternativa provisional "para contener el actual deslizamiento y permitir la apertura al tráfico en condiciones de seguridad tanto para los usuarios de la carretera como para los trabajadores que continúen con las labores". Entretanto se han comenzado a retirar bloques sueltos mediante trabajos de altura. 

Los alcaldes de los municipios afectados no tienen constancia de que se vaya a producir un retraso sobre el calendario previsto para reabrir el tramo, una situación que provoca no pocas molestias a los usuarios ante la necesidad dar un considerable rodeo para salvar el tramo cortado. Por su parte, el Ministerio no ha precisado si el programa de obras sigue en plazo y se cumplirá la fecha del día 14 o se plantean retrasar este calendario a causa de las complicaciones derivadas del desprendimiento, ya que todavía se están haciendo estudios geológicos. 

La mejora de la N-260 en ese tramo, cerrado al tráfico temporalmente mientras se acometen los trabajos, se tuvo que paralizar en uno de los dos nuevos túneles previstos en el proyecto, tras el deslizamiento de una ladera. El derrumbe alcanzó grandes dimensiones hasta el punto de que llegó a enterrar una excavadora. Por suerte, en el momento del derrumbe el maquinista no estaba dentro del vehículo (había interrumpido su jornada laboral para comer) por lo que no hubo que lamentar daños personales. Las obras en el resto del tramo han continuado sin incidencias.

El tramo de la N-260 entre El Run y Campo, el principal acceso al valle de Benasque, está complementamente cortado hasta el viernes 14 de mayo para avanzar en la ejecución de las obras de acondicionamiento. Los conductores tienen dos alternativas principales: Campo-Beranuy-Espés-Castejón de Sos (HU-V-9601, A-1605 y N-260) o Benabarre-Puente de Montaña-Pont de Suert-Laspaúles-Castejón de Sos (N-123, N-230 y N-260).

En paralelo a las citadas obras de acondicionamiento, se están ejecutando también los trabajos para reparar los graves daños provocados por un desprendimiento ocurrido el pasado mes de febrero en el tramo del Congosto del Ventamillo. Estas últimas actuaciones consistirán básicamente en el saneo del talud, implantación de barreras dinámicas, reposición de la carretera y el muro afectados y ejecución de un sobreancho en la calzada para permitir los movimientos de cruce y los futuros trabajos de mantenimiento de las barreras dinámicas.

Las obras de la N-260 supondrán la ampliación de la plataforma desde los 5,5 m actuales hasta los 8 m, minimizando la ocupación y el impacto en las zonas más conflictivas que discurren junto al río Ésera mediante la construcción de voladizos apoyados y anclados a la roca. De esta manera se facilitará el cruce de dos vehículos pesados o autobuses. Además, el proyecto incluye la ejecución de dos túneles de 265 m y 540 m de longitud respectivamente. El presupuesto de las obras asciende a 35,7 millones de euros.

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