Los hosteleros, ante las dudas de nuevas restricciones: "Hemos llenado las neveras y sacado a los trabajadores del ERTE"

Los empresarios del Pirineo y de Teruel dicen estar "desesperados" ante tanta "incertidumbre" y preocupados por el efecto en los clientes.  

Terrazas vacías en Jaca, que cuida la prevención con estos carteles para separar el tránsito en las calles.
Terrazas vacías en Jaca, que cuida la prevención con estos carteles para separar el tránsito en las calles.
Laura Zamboraín

"Apenas vamos a trabajar tres días en Semana Santa. El sector está muy tocado y supone un poco de oxígeno, pero si hubiera nuevas restricciones, sería la puntilla". De esta forma reaccionaban los empresarios turísticos aragoneses a la posibilidad de establecer más limitaciones, en puertas de las vacaciones. Finalmente, el Gobierno de España y las comunidades autónomas decidieron, en el Consejo Interterritorial de Salud, no aplicar ninguna medida más sobre el horario del toque de queda ni de la actividad no esencial. El Gobierno de Aragón ya anticipó que considera "suficientes" las limitaciones actuales.

Sin embargo, el hecho de que se pusiera encima de la mesa este debate sembró de "incertidumbre" otra vez al sector, sobre todo porque los negocios del Pirineo y de Teruel ven en esas fechas un pequeño respiro tras el duro parón invernal. El cliente aragonés apenas representa un 10% en algunas zonas, pero se están recibiendo reservas.

"Habrá movimiento y al menos trabajaremos tres días", ha declarado el presidente de la Asociación Turística del Valle de Benasque, José María Ciria, preocupado porque la discusión sobre nuevas medidas plantea dudas a los empresarios a la hora de realizar las contrataciones, y también a los clientes, "que ya están preguntando". "Las reservas están hechas en su mayoría y los contratos apalabrados". Ciria ha criticado también que solo se piense en el turismo de Canarias y Baleares. "Cómo se entiende que un zaragozano no pueda ir a Soria, pero sí venir un extranjero. Piensan en salvar las islas, ¿y el Pirineo?", se pregunta.

El Hotel Barceló Monasterio de Boltaña abrió el pasado fin de semana y volverá a hacerlo mañana para estos días festivos, sin saber hasta cuándo, dependiendo de la movilidad. "Tengo todo el personal fuera del ERTE y comida en la nevera. Para nosotros, la Semana Santa ya ha empezado. Cualquier cambio nos perjudicaría mucho", ha afirmado su directora, María Bellosta, asegurando que no serán unas vacaciones normales, "porque todavía hay habitaciones disponibles, otros años ya estaríamos llenos hace tiempo, pero nuestro objetivo es sacar al personal del ERTE y estar abiertos, la gente quiere trabajar".

En la comarca turolense del Matarraña, un destino de referencia para muchos aragoneses, los hosteleros no ocultan su "desesperación" ante la constante incertidumbre que rodea las medidas restrictivas por la covid. "No veo las noticias para no ponerme nervioso", dice Javier Moragrega, propietario del hotel La Fábrica de Solfa, en Beceite. "Tengo completo el establecimiento para el próximo fin de semana y he sacado del ERTE a todos mis trabajadores, pero si ahora hubieran cerrado Zaragoza me anularían todo y me hundirían". A su juicio, hace falta "un discurso claro" que permita al sector elaborar un calendario de actividad con garantías. "Nunca sabemos qué va a pasar al día siguiente y eso es terrible". 

Según Elena Carbó, gerente del hotel El Salt en Valderrobres, la posibilidad de endurecer las restricciones provocó este miércoles que varios huéspedes anularan sus reservas, si bien volvieron a ser solicitadas por otras personas casi de forma inmediata. "Esta inseguridad nos perjudica mucho; no tener las cosas claras es darnos un palo detrás de otro". Llenó de alimentos sus frigoríficos en previsión de que la movilidad entre provincias en Aragón fuese posible, por lo que sería un duro golpe que en vísperas de la Semana Santa hubiese nuevas restricciones.

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