El Justicia insta a la DGA a impulsar un plan de recuperación del oso pardo tras el fallido intento de 1999

Recuerda que es una obligación incluida en la ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. El Gobierno de Aragón replica que ha realizado acciones para asegurar su conservación y su compatibilidad con la ganadería.

Imagen tomada con una cámara de fototrampeo de la osa Sarousse.
Imagen tomada con una cámara de fototrampeo de la osa Sarousse, que murió por disparos de un cazador el pasado mes de noviembre en el Valle de Bardají.
Gobierno de Aragón

El Justicia de Aragón ha instado al departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente a cumplir con la obligación incluida en el artículo 59 de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2007 de adoptar un plan de recuperación del oso pardo que incluya las medidas más adecuadas para eliminar su peligro de extinción y la designación de las áreas críticas.

La institución que preside Ángel Dolado recibió una queja solicitando que se analizaran las razones por las que el actual Gobierno de Aragón estaba incumpliendo la obligación legal de aprobar el plan de recuperación para el oso pardo, una especie catalogada en peligro de extinción en la comunidad. También pedía que se determinaran las responsabilidades del incumplimiento y que se requiriera a la DGA la puesta en marcha del citado plan. 

Desde el Justicia pidieron información sobre este asunto al departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente y este respondió explicando que el oso pardo (ursus arctos) es una especie incluida en la categoría de 'en peligro de extinción' en el Catálogo de Especies Amenazadas de España y de Aragón. También está considerada como prioritaria en el anexo II de una directiva europea de 1992 relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, que exige designar para ella Zonas Especiales de Conservación.

Desde la DGA reconocieron que la ley básica estatal en materia de conservación de la biodiversidad establece en su artículo 59 que, entre otros efectos, "la inclusión de un taxón o población en la categoría de 'en peligro de extinción' conllevará, en un plazo máximo de tres años, la adopción de un plan de recuperación, que incluya las medidas más adecuadas para el cumplimiento de los objetivos buscados, y, en su caso, la designación de áreas críticas". 

El 29 de enero de 1999, el Gobierno de Aragón sometió a información pública un borrador de plan de recuperación para el oso pardo que recibió multitud de alegaciones, mayoritariamente contrarias a su contenido. Y transcurrido el plazo establecido para la aportación de sugerencias, la tramitación administrativa del plan "no siguió adelante".

Ayudas económicas, la 'patrulla del oso', educación ambiental...

Desde entonces no ha habido nuevas iniciativas de los sucesivos departamentos del Gobierno de Aragón. Pese a ello, destacan que incluso antes del primer intento de poner en marcha un plan, se han realizado diversas acciones orientadas, por una parte, a asegurar la conservación de la población de osos pardos presentes en territorio aragonés, y por otra, a compatibilizar su presencia con el mantenimiento de la ganadería extensiva y con otros usos del territorio.

Y enumera de forma resumida algunas de estas acciones: abono de los daños provocados por ataques del oso pardo sobre la cabaña ganadera; constitución de una 'patrulla oso', actualmente constituida por cinco personas, dedicada al seguimiento y vigilancia de la población osera, al apoyo a la actividad ganadera en zonas de presencia de oso y a la supervisión y asesoramiento sobre actividades con potencial impacto sobre la conservación de la especie (actividades cinegéticas fundamentalmente); puesta en marcha de medidas de apoyo a la ganadería extensiva en zonas de presencia de oso pardo (construcción de vallados, abrevaderos y casetas para pastores, fomento de la tenencia de perros de guarda; mejoras en accesos a zonas de pastos estivales, apoyo en el transporte de materiales en las zonas de estancia en puertos de verano...); acciones de educación ambiental e información orientada a escolares, cazadores, ganaderos y sector turístico; y puesta marcha de ayudas a la ganadería extensiva en zonas de presencia de grandes carnívoros (oso y lobo); y la designación de 14 espacios de la Red Natura como Zonas Especiales de Conservación (ZEC).

Finalmente, deja claro que la posición del Gobierno de Aragón, y en concreto la del consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, es su "oposición" a la política de reintroducción de la especie llevada a cabo por Cataluña y Francia, "una reintroducción que ninguno de los sucesivos Gobiernos de Aragón ha llevado a cabo ni tampoco ha apoyado por el fuerte rechazo mostrado públicamente por los ganaderos y los territorios pirenaicos”, recalca.

Otros informes que apoyan la necesidad de elaborar un plan

Mientras, el Justicia recuerda que en 2009 el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ya publicó el documento 'Estrategias para la conservación del oso pardo' (Ursus arctos) en los Pirineos, cuya finalidad es asegurar la viabilidad a largo plazo de la población de oso pardo en los valles pirenaicos de Navarra, Aragón y Cataluña, y en el que se determinan las líneas básicas de actuación. 

También alude a un informe de opinión del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón del año 2014 titulado 'El oso en el Pirineo: oportunidades para la convivencia', también recomendó que se articularan “una serie de medidas y actuaciones para buscar, en primer lugar, el apoyo y consenso social, y en segundo lugar, la implementación de medidas de gestión activas, para que en un futuro próximo esta especie siga poblando la montaña pirenaica aragonesa”.

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