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El Inaga pide más informes del plan para construir 240 unifamiliares en Benasque

Algunos organismos como Ordenación del Territorio o el Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón ponen trabas al proyecto, impulsado por un grupo de particulares.

Vista de Benasque.
Vista de Benasque.
Laura Uranga

El proyecto que han impulsado una treintena de propietarios particulares para desarrollar una urbanización a escasos 200 m del núcleo de Benasque con 240 unifamiliares o adosadas deberá ser sometido a un procedimiento de evaluación estratégica ordinaria y no solo simplificada, como se había propuesto en principio. Así lo ha resuelto el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) una vez cerrado el período de consultas a varios organismos, algunos de los cuales ya han puesto trabas.

El plan afecta al Área Fluvial 6A del Plan General de Ordenación Urbana, que tiene una extensión de 18,6 hectáreas, tras la agrupación de 45 terrenos, la mayoría huertos particulares y prados de pasto. Están situadas al norte de la población de Benasque, junto al polígono industrial y en la margen izquierda del Ésera. Un tercio de la superficie urbanizable se destinaría a zona de conservación natural, respetando los caminos, senderos, barrancos, zonas de arbolados y muretes de mampostería. Y se accedería a ella a través de una nueva rotonda en la carretera A-139.

Con una población de 2.121 habitantes empadronados entre sus tres núcleos, Benasque cuenta con más de 3.000 plazas turísticas, un 68% de ellas viviendas de segunda residencia, otro 28% principales y un 4% vacías, según el último censo del INE. Además, el 90% de los trabajadores del municipio están afiliados al sector turístico tras la profunda transformación de los últimos 40 años ligados en gran parte a la estación de esquí de Cerler.

Desde el equipo de gobierno PAR-PSOE se han mostrado favorables a la propuesta ya que es una tipología de vivienda muy demandada pero muy escasa también porque es difícil de desarrollar por las limitaciones del actual Plan General de Ordenación Urbana. Y es que el resto de suelos urbanizables del municipio están reservados solo para edificaciones colectivas.

Los promotores plantean un desarrollo "de muy baja densidad" estructurando las construcciones en cinco anillos consecutivos. Las viviendas tendrían una distribución aislada con diferentes alturas y volúmenes y se usaría la mampostería de piedra en las fachadas y la pizarra para cubrir los tejados. Además, se potenciaría el carácter peatonal.

El proyecto defiende su "sostenibilidad social" señalando que su objetivo es, por una parte, diseñar una zona de suelo residencial tratando de primar la integración paisajística y medioambiental; y, por otra, que la cercanía con el núcleo de Benasque permita asentar población que actualmente reside allí y conseguir nuevos habitantes que supongan un impulso económico y social.

Aunque dada la superficie total sería posible la construcción de hasta 500 viviendas, los promotores consideran que supondría un mayor impacto ambiental y paisajístico, así como un mayor consumo de recursos y generación de residuos. Por ello, han optado por la segunda alternativa de 240 unifamiliares.

El proyecto incluía un estudio de inundabilidad que analizaba los flujos de los caudales de los barrancos que atraviesan el sector, Rodiella y Quebrós, concluyendo que "no serán de proporciones tales que puedan ocasionar graves daños ni materiales ni a las personas". Además, la edificación quedaría limitada a la margen derecha de la carretera para minimizar el riesgo asociado a períodos de avenidas.

Plantean revisar el PGOU

Tras el período de consultas, la Dirección General de Ordenación del Territorio valoró que la propuesta "no parece ajustarse a los criterios que inspiran en la actualidad los modelos de evolución urbana y de ocupación del territorio". Y estimó "más adecuado" la revisión del PGOU ya que fue aprobado hace 37 años y desde entonces se han producido cambios sustanciales en el ordenamiento urbanístico y no se tenían en cuenta el valor de los elementos ambientales.

Tampoco el Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón ve con buenos ojos el plan haciendo hincapié en que se proyecta en terrenos «de elevado valor ambiental, sobre un paisaje en mosaico de prados de siega y bandas de vegetación arbórea y arbustiva, incluido dentro del LIC Río Ésera, a 500 m del área crítica del urogallo y en el área crítica del quebrantahuesos». Por ello, recomienda someterlo a un proceso de evaluación ordinaria.

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro sí ve "compatibles" con el sistema hídrico los efectos de este plan desde el punto de vista medioambiental, aunque pide extremar las precauciones durante las obras.

Mientras, el Servicio de Prevención y Protección del Patrimonio Cultural tampoco plantea problemas ya que tras analizar la documentación y las prospecciones e informes previos no observa afecciones.

Sin justificar

Así, el Inaga ha decidido iniciar un procedimiento de evaluación ambiental ordinaria porque considera que no se ha "justificado" la afección a terrenos que forman parte del LIC Río Ésera y al hábitat de interés comunitario objeto de conservación, ni la necesidad de desarrollar suelos en el término municipal. Tampoco ve que el proyecto se "alinee" con las directrices parciales de Ordenación Territorial del Pirineo Aragonés, la legislación en materia de inundación o los fundamentos de la legislación urbanística que está vigente actualmente. 

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