Lista de espera de emprendedores para ocupar la antigua Audiencia de Huesca

1

Inmaculada Morente compaginaba su anterior trabajo con el ‘coaching’ como actividad secundaria, un método de acompañamiento para que las personas logren su mejor versión. Pero decidió dar un giro a su vida profesional y dedicarse a ello al 100% (www.tuzonacoaching.com). "Necesitaba un espacio para poder recibir a mis clientes en un ambiente relajado, íntimo y cómodo, y el Co Laboratorio me lo ha proporcionado", agradece. Llegó en verano y desde entonces cuenta con un despacho donde realiza sesiones individuales, aunque tiene opción de utilizar también salas de formación para talleres de empoderamiento. Por su experiencia, Inmaculada Morente cree que "debería haber más iniciativas así" para gente como ella que lleva tiempo en la profesión "pero no tenía un lugar físico porque es complicado alquilar un piso o una oficina, y sobre todo al principio". Ella valora especialmente la opción de tener una oficina en el centro de Huesca con aulas, zona de reuniones... "y además con este precio", destaca. "Mucha gente quiere emprender pero se encuentra con el problema de dónde me ubico, cómo lo pago... y esta fórmula está muy bien para ver si tu empresa es viable y empezar a desarrollar el modelo de negocio. Si después de dos años ves que la cosa funciona, ya puedes buscar algo más amplio". 

2

Paul Mckinney, irlandés de nacimiento y oscense de adopción, llevaba muchos años trabajando en el sector de los idiomas y las estancias en el extranjero pero en 2017 lo dejó todo. Sin embargo, dos años después se dio cuenta de que "lo echaba de menos" y montó una nueva empresa, Dublin 9, con su socia Ana Carrera. Ambos se dedican a organizar programas lingüísticos y estancias culturales en el extranjero, sobre todo en países de habla inglesa como Estados Unidos, Canadá, Irlanda o Inglaterra. Además, han firmado un acuerdo con una universidad norteamericana para que 80 profesores hagan prácticas en centros de primaria y secundaria de Madrid. "Y queremos hacer lo mismo en Aragón", explica Paul Mckinney, para quien el Co Laboratorio es ideal" para arrancar un proyecto como este "porque te da la oportunidad de ganar estabilidad, hacerte un nombre y crecer, y luego ya puedes volar del nido para que vengan a ocuparlo otros". En su caso, se instalaron el pasado mes de abril en una oficina pequeña y se han tenido que mudar a una más grande porque "nos dimos cuenta de que necesitábamos más espacio para recibir visitas y, además, tenemos a una tercera persona ayudándonos". Su experiencia no puede ser más positiva de momento "porque las instalaciones son excelentes" y allí tienen "todo lo que hace falta".

3

Lorena Gil estudió Bellas Artes en el campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza y después cursó un máster en gestión de proyectos culturales. Luego regresó a Huesca a estudiar fotografía artística y se marchó de Erasmus a trabajar con una empresa en el extranjero. A raíz de allí, empezaron a llegarle encargos de fotografía y se hizo autónoma (www.lorenagilfotografia.com). Se especializó en fotografía infantil y artística. Tras las sesiones, realizaba todo el trabajo de edición y retoque en su casa, pero se dio cuenta de que necesitaba un lugar donde poder recibir a sus clientes y enseñarles el trabajo. Y el Co Laboratorio ha dado solución a esa necesidad. "Para alguien que quiere empezar un negocio, que te ofrezcan una oficina en el centro, cuidada y con buena presencia es una gran oportunidad y una cosa menos de la que te tienes que preocupar". Lleva ya un año en la antigua Audiencia y piensa agotar el plazo máximo de dos años. "Te dan muchas facilidades y además, tenemos salas de proyección y de reuniones que me vienen muy bien para enseñar el trabajo ya que normalmente viene toda la familia", afirma. Lorena Gil también valora que el alquiler es "muy económico" e incluye los gastos de luz, agua, wifi... Ella paga 100 euros al mes y por lo que ha sondeado, ese mismo espacio en el mercado libre ronda los 300 euros.