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La Aemet advierte de la caída de varios aludes en cotas altas del Pirineo

El Grupo de Predicción y Vigilancia de Zaragoza ha adelantado la publicación del primer boletín de peligro de avalanchas tras las repetidas nevadas de las últimas semanas.

Alud fotografiado esta semana en la zona de Bisaurín.
Alud fotografiado esta semana en la zona de Bisaurín.
Rocío Hurtado

Las repetidas y abundantes nevadas de las últimas semanas ha obligado a la Agencia Estatal de Meteorología a adelantar la emisión del Boletín de Peligro de Aludes para el Pirineo navarro, aragonés y catalán. 

Desde el Grupo de Predicción y Vigilancia de Zaragoza informan de que tras las frecuentes nevadas registradas desde inicios de noviembre, el manto nivoso es superior para la época, especialmente en el Pirineo navarro, la Jacetania y el Gállego debido al predominio del flujo del noroeste. 

Así, por ejemplo, a 1.600 m se alcanzan los 100 cm de espesor en Isaba-Ferial, los 68 cm en Linza a 1.320 m y en Panticosa a 1.660 m, y 132 cm en Respomuso a 2.200 m. En los macizos orientales, los espesores medidos son menores: 20 cm en Góriz a 2.215 m y 30 cm en Cap de Llauset a 2.425 m.

Los valores han disminuido en las últimas jornadas debido a las frecuentes ventiscas que han redistribuido la nieve reciente caída. Estos vientos del oeste y noroeste formaron placas de viento preferentemente en orientaciones este y sur. Con el paso del tiempo (días) las placas se van endureciendo y el esfuerzo necesario para que fracturen es mayor. 

En este sentido, advierte de que aunque conforme pasa el tiempo es menos probable provocar un alud de placa, si éste se desencadena resulta más peligroso, ya que las placas, al endurecerse, ganan en capacidad de propagar fracturas (dando lugar a aludes de mayor tamaño) y tienden a romperse a mayor distancia, más lejos de dónde se ejerce la fuerza sobre el manto.

Mapa de riesgo de aludes en el Pirineo aragonés.
Mapa de riesgo de aludes en el Pirineo aragonés.
Aemet

Típicamente el desencadenamiento a distancia provoca que las placas rompan unos metros ladera arriba, por encima del transeúnte, cosa que hace muy difícil el escape. Además, asegura que ya se han observado varios aludes de placa friable en los macizos occidentales: dos pequeños en la Jacetania, con altitud de salida 1.500-1.750 m en orientación oeste, y dos medianos en el Alto Gállego, con altitud de salida 2.500-3.000 m en orientación sur.

Sobre la evolución del manto y peligro de aludes para este miércoles, día 20, la Aemet explica que el principal problema está relacionado con el transporte de nieve por el viento, lo que provocará la formación de nuevos depósitos en ventisqueros, preferentemente en orientaciones norte. Estas acumulaciones son más frágiles cuanto más recientes. Y recuerda que inicialmente, al formarse, las placas suelen ser blandas y ceder ante esfuerzos débiles, como el paso de un único esquiador. 

Así, los tipos de aludes que se pueden esperar son de placa de nieve seca desencadenados espontáneamente o accidentalmente y de tamaño 2, mediano, que pueden enterrar, dañar o matar una persona. La mayor probabilidad está confinada a una banda muy estrecha de ángulos de pendiente: básicamente de 30 a 45 grados.

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