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La falta de depuradoras pasa factura a la calidad del agua del río Ésera

Vecinos y veraneantes de Perarrúa y Besians denuncian el deterioro del cauce ante las instituciones.

La mala calidad del agua del Ésera se aprecia a simple vista.
La mala calidad del agua del Ésera se aprecia a simple vista.
Heraldo

Vecinos y veraneantes de las localidades ribagorzanas de Perarrúa y Besians han firmado una carta que ha sido remitida a la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, al Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, al Instituto Aragonés del Agua y al Consejo Comarcal de la Ribagorza, denunciando el deterioro del río Ésera que, recalcan, es especialmente apreciable a su paso por ambos municipios.

En el escrito muestran su preocupación por la situación que atraviesa "el elemento fundamental y definitorio del valle, el río Ésera", recordando que, desde hace más de un siglo, su caudal está a merced de las necesidades de explotación hidroeléctrica, "lo que lo ha sometido a altibajos de caudal en diferentes horas del día". Sin embargo, los firmantes señalan que en los últimos años se han hecho cada vez más pronunciados "aumentando considerablemente la diferencia entre el caudal de mañana y el de tarde".

En este sentido, según datos de del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Ebro (www.saihebro.com), el caudal que sale de Campo entre las 0.00 y las 12.00 es de 0.45 m3/seg, un volumen que entienden "insuficiente" para la sostenibilidad ecológica del Ésera.

"Solo hay tres depuradoras"

Así mismo, los vecinos de Perarrúa y Besians denuncian lo que consideran otro problema "todavía más grave", que es el de la falta de depuradoras en la mayor parte del río. "Desde Benasque a Perarrúa solamente hay tres, según datos del Instituto Aragonés del Agua de abril de 2019", apuntan, abundando en que la consecuencia de esta situación es el deterioro de la calidad del agua, "apreciable a simple vista por la presencia de abundante espuma en las gorgas y los remansos y, en ocasiones, de cierto hedor, debido a la falta de capacidad de absorción de los residuos por el escaso caudal de agua".

Una situación "de abuso" que consideran de "alto riesgo" para la sostenibilidad de la vida del río y que, denuncian, "incluso puede comportar riesgo para los bañistas que lo frecuentan". Por ello exigen a las entidades responsables una intervención urgente mediante la puesta en funcionamiento de las plantas de depuración necesarias y el control del caudal del río, así como la total transparencia sobre los datos de sostenibilidad medioambiental.

Cabe recordar que el Gobierno de Aragón tiene abierto hasta el 16 de septiembre el plazo para que las entidades localidades del Pirineo puedan solicitar subvenciones para la construcción de las depuradoras que figuraban en el convenio firmado en 2008 con el Ministerio de Medio Ambiente y que nunca se llegaron a ejecutar. La convocatoria tiene una dotación de 6,3 millones de euros, con cargo al presupuesto del IAA.

Asimismo, piden a todas las personas, entidades ambientalistas o ecologistas, pescadores, empresas de deportes de aventura y demás interesados que sean "proactivos" en el establecimiento de normas medioambientales de protección del río y del control del estado medioambiental del mismo porque, como recuerdan no sin ironía, "el tramo del río Ésera entre el azud de Las Ventas y el puente de Besians es de pesca de captura y suelta, lo que resulta una ironía ya que pocos peces debe haber para capturar en ese tramo".

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