Un total de 46 alumnos han finalizado los Cursos de Montaña y Operaciones Especiales, que imparte la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca (Emmoe), uno de los 17 centros de enseñanza que el Ejército tiene en España, pero el de referencia a nivel nacional en esta materia. Se han desarrollado durante los últimos 9 meses y se clausuraron este sábado.

Son cursos muy exigentes, física y psicológicamente, y no todos los que empiezan logran acabarlos. De los 34 alumnos designados en el 74º Curso de Montaña, se han diplomado 23. En el 63º Curso de Operaciones Especiales comenzaron 46 y han finalizado 23. Para impartirlos, cada curso llegan a Jaca profesionales de ejércitos de todo el mundo.

El de Montaña, «es muy exigente físicamente, en el que hay situaciones de relativo riesgo, porque la montaña siempre es soberana e impone sus leyes por muy preparado que uno esté», explica uno de los alumnos, procedente de Alicante, que hace dos años ya realizó el curso de Operaciones Especiales. «La montaña no distingue de experiencia, de gente que lleve tres años ahí o tres días. Al final uno tiene que estar preparado para cualquier tipo de contingencia en ese medio y eso es lo que hace este curso, darnos recursos para intentar afrontar cualquier tipo de peligros e inconvenientes que pueda plantear la montaña», añade.

El curso se ha desarrollado en zonas de la Jacetania, Candanchú, Astún, Valle del Aragón, Valle de Tena, Valle de Benasque, Valle de Arán, Logroño, Riglos, Morata de Jalón, Terradets, San Fausto, Carrascal, Sierra de Gredos , Picos de Europa y Chamonix (Francia).

Al principio «se nos forma para saber movernos, vivir y estar un tiempo en la montaña expuestos a condiciones muchas veces difíciles, y cuando eso está superado damos el siguiente paso, que sería combatir». Una vez finalizado el curso, los alumnos están preparados para ser «líderes y responsables de unidades de montaña», con gente a su cargo, lo que supone un mayor nivel en cuanto a dominio de este medio y técnicas de procedimiento.

Situaciones complicadas

En estos nueve meses, los alumnos han tenido que afrontar situaciones complicadas, tanto en la formación como en el tiempo y las circunstancias que envuelven la montaña. «La climatología es muy cambiante y como solemos decir en nuestro argot militar ‘salir a pillar rosca y pillar mal tiempo», subraya el cursillista. «Al final, uno llega por la noche con todo mojado y sabe que a la mañana siguiente hay que salir con la misma meteo, pero con disciplina y guiados por los profesores, que tienen un nivel excepcional, vamos mejorando y dominando el medio.

El de Operaciones Especiales es, por su parte, el curso en el que forma a un combatiente para afrontar las operaciones que el mando determine «y hacer esas cosas tan importantes que muy pocos hombres son capaces de hacer». «Nos enseñan a afrontar esas dificultades y ser capaces de mandar este tipo de unidades», apunta un alumno de Santander. «Al igual que el de Montaña, está dividido en fases y en cada una de ellas se intenta potenciar o forjar una capacidad o cualidad del combatiente, desde lo más general a lo más específico, como paracaidismo, buceo, montaña invernal y estival, tiro...», añade.

Para esta formación, las principales zonas de actuación fueron la Jacetania, Cancanchú, Hoya de Huesca, La Rioja, Murcia, Logroño, Zaragoza y Navarra.

El Palacio de Congresos de Jaca acogió este sábado el acto de clausura de ambos cursos en el que, además de la entrega de diplomas a quienes los han finalizado, se rindió homenaje a los alumnos de hace 30 años. El acto estuvo presidido por el General Jefe del Estado Mayor del Ejercito Francisco Varela de Salas. Después se celebró un desfile en la calle principal del Acuartelamiento San Bernardo de Jaca.

Durante el presente curso escolar, la Emmoe también ha impartido, en colaboración con el Mando de Operaciones Especiales (Alicante), el Curso de Aptitud para desempeñar funciones básicas en unidades de operaciones especiales.