Recurren el contrato de teleasistencia de la DPH por excluir a las empresas privadas

La Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade), la principal asociación de entidades privadas de servicios de atención a las personas mayores en Aragón, junto con el Círculo Empresarial de Atención a Personas (Ceaps), la patronal que engloba a todos los operadores a nivel nacional, han recurrido el acuerdo de concierto social para la prestación del Servicio de Teleasistencia a domicilio de la Diputación Provincial de Huesca, al excluir la posibilidad de que las empresas privadas puedan optar a esta licitación.

El contrato, que salió a licitación el pasado 2 de abril con un presupuesto de 721.843 euros para los próximos cuatro años, va dirigido a que este servicio gratuito que cuenta con 1.200 usuarios se preste obligatoriamente por entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro.  El plazo de presentación de ofertas se cerró a finales del pasado mes y solo se ha presentado una entidad.

Desde la Diputación de Huesca han replicado a la denuncia de Arade y Ceaps que es la primera vez que utilizan este tipo de contrato que está amparado por la Ley 11/2016, de 15 de diciembre, de acción concertada para la prestación a las personas de servicios de carácter social y sanitario, aprobada por el Gobierno de Aragón.

Para la gerente de Arade, Paquita Morata, supone "una nueva discriminación hacia las empresas privadas y los profesionales del sector con una licitación que solo tiene en cuenta la forma jurídica de la entidad, sin entrar a valorar la experiencia y la calidad del servicio prestado y que tampoco se sustenta por motivos de eficiencia presupuestaría". En este sentido, añade que siempre han defendido la labor de las entidades sin ánimo de lucro, pero considera que "no es incompatible ni debe ir en perjuicio de las empresas del sector, la mayoría de ellas pymes con un papel social y económico esencial en el territorio, y avaladas por años de experiencia y profesionales altamente cualificados".

Además de presentar un recurso de reposición, Arade, que cuenta con 77 asociados que generan 2.000 empleos directos y 4.000 indirectos, advierte de que tomará todas las medidas legales a su alcance para paralizar una licitación que consideran "un nuevo ataque a la actividad de las entidades privadas". Y recuerda que ya en enero hizo lo mismo contra un acuerdo de acción concertada para la prestación de servicios de plazas de atención a personas con discapacidad, a personas mayores dependientes con alteraciones graves de conducta y a personas en riesgo de exclusión social, que publicó la Consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, alegando los mismos motivos.

Para Ceaps, la patronal de la Dependencia en España, “debe primar igualdad de condiciones en el acceso a los contratos públicos para que los ganadores del concurso sean aquellos que mejores condiciones ofrezcan a los usuarios con independencia de quién ofrezca el servicio, lo importante deben ser siempre las personas”.

Huesca fue una de las primeras provincias españolas en las que se implantó el servicio de teleasistencia domiciliaria. Fue en el año 1993 atendiendo en aquel momento a seis personas mayores con el mismo objetivo de fomentar su autonomía y que pudieran continuar viviendo en su hogar sintiéndose seguras.

Este servicio consiste en un sistema de atención personalizada que, a través de un dispositivo o terminal de telefonía, permite que los usuarios puedan entrar en contacto en cualquier momento, las 24 horas del día, con una central atendida por personal especializado que da respuesta a situaciones de emergencia, soledad o aislamiento.

De las 1.457 personas atendidas el año pasado, la edad más representativa se sitúa entre los 86 y 90 años, seguido de los 269 usuarios entre los 81 y 85 años y, en tercer lugar, de 91 a 95 años, mientras que el rango de entre los 60 y 65 años sigue siendo muy bajo, solo 13 personas. 

De media, se realizan 28 llamadas por usuario cada mes, además del seguimiento se efectúan otro tipo de llamadas después de ausencias del hogar, recordatorios de medicación o para felicitar el cumpleaños. Durante el último año se realizaron un total de 40.524 llamadas por parte del personal, la mayoría corresponden a un seguimiento periódico que se realiza cada quince días y suponen algo más del 80% del trabajo telefónico. Por otro lado, cada usuario pulsa una media de 13 veces el botón de alarma, siendo el horario más frecuente de 13.00 a 14.00.

A lo largo del último año, cuya prestación corrió a cargo de la empresa Cecle, las llamadas de los usuarios fueron fundamentalmente para entrar en contacto con la central y conversar, en menor medida por emergencia sanitaria o por caídas y en último término por emergencia social. "Estos datos demuestra que el servicio de teleasistencia es mucho más que un botón para las emergencias, es una forma de que las personas mayores se sientan acompañadas en su día a día", resaltan desde la DPH.

El perfil mayoritario de la teleasistencia que se desprende de las estadísticas es el de una mujer de 87 años y que vive sola. La mayoría de personas forman lo que se denomina una unidad de convivencia única (744), más de un 60% frente al 40% que están acompañadas. No obstante, el 3% de los usuarios son personas de menor edad que presentan algún tipo de discapacidad o enfermedad limitante y por ello también necesitan del servicio.

El servicio de la DPH cuenta con 11 distritos, las comarcas y la ciudad de Huesca que sigue siendo la zona con más usuarios atendidos (27,5%), junto a la Jacetania (13%). Tras estas zonas, se encuentran el Somontano y la Hoya, seguida muy de cerca por el Cinca Medio. Las comarcas con menos usuarios son Sobrarbe con 38 usuarios, y Alto Gállego y La Litera, con 44 y 47 personas, respectivamente.