La constante amenaza de lluvia, salvo algunos momentos puntuales en los que el sol se ha podido abrir paso en el cielo encapotado, ya había frenado durante la mañana la afluencia al cerro, epicentro de la festividad de San Jorge en Huesca. Y la tromba que ha caído sobre las 16.00 ha acabado por reprimir por completo toda la alegría, obligando a suspender los hinchables infantiles y la actuación del grupo folclórico San Lorenzo. 

Sin embargo, las nubes no han impedido que cientos de oscenses se hayan acercado durante toda la mañana hasta el cerro para cumplir con la tradición. Primero, asistiendo a la misa oficiada por el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz, y cantada por la Coral Oscense con presencia en un segundo plano del alcalde Luis Felipe y de varios concejales del PSOE y del PP. Desde allí, las mairalesas han bajado hasta las puertas del estadio de El Alcoraz, donde ya esperaba pacientemente una larga fila de oscenses para recoger una de las 1.700 tortas con huevo duro que se repartían.  

Entonces han tomado protagonismo en la fiesta los más pequeños, que han disfrutado de ‘Juegos para toda la familia’ en el pinar y de la actuación de Zangania con el espectáculo ‘Circo Jotero’, que ha sido multitudinaria. También los Titiriteros de Binéfar han animado el cerro con un ‘Pasacalles medieval’. 

En el cerro se ha abierto un año más la zona joven con un gran abanico de actividades para prevenir el consumo de alcohol entre los más jóvenes. Además de repartir bocadillos y agua, los monitores han ofrecido propuestas de ocio saludable como talleres de manualidades, degustación de cócteles sin alcohol o una yincana. Todo ello con la animación de la Batucada Ritmaos. Sin embargo, lo cierto es que han sido muy pocas las pandillas que se han acercado hasta esta zona para disfrutar de las actividades.

Otro de los escenarios de la fiesta ha estado en el Casco Histórico, donde se ha celebrado con gran éxito de público, especialmente joven, el festival Romería y Desengaño con las actuaciones de Tarta Relena y Paola Lai. Por la tarde, la programación se ha trasladado al Centro Cultural Manuel Benito Moliner, librándose de la lluvia, con Sond'eskila, Süma y Rumbo Tumba. 

Y el tercero de los puntos festivos de este 23 de abril ha estado en los Porches de Galicia donde las librerías de la ciudad han sacado sus puestos a la calle ofreciendo descuentos especiales del 10% y claveles como obsequio por el Día del Libro.