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De las ánforas a los dados: la vida en una ciudad romana del Pirineo

Una exposición resume los 25 años del yacimiento de Labitolosa a través de 190 piezas 

¿Con qué jugaban los romanos hace 2.000 años? ¿Cómo se recogían el pelo las mujeres? ¿Cómo decoraban las paredes de su casa? ¿Con qué joyas se adornaban? Estos y otros aspectos de la vida cotidiana de la época se muestran al público desde este jueves y hasta el 15 de septiembre en el Museo de Huesca gracias a la exposición ‘Labitolosa. Una ciudad romana en el Pirineo oscense’, que reúne por primera vez a través de 190 obras el trabajo de 25 años de excavación en ese yacimiento de La Puebla de Castro, en la comarca de la Ribagorza. Piezas muy relevantes que nunca se habían podido ver juntas. La ciudad existió entre el siglo I a. C. y el II d. C.

Al acto de inauguración se acercaron vecinos del municipio, que se encargan de enseñar las ruinas a los visitantes y algunos de los 500 alumnos que desde 1991 hasta 2013 trabajaron para sacar a la luz los restos arqueológicos y con ellos el conocimiento de la historia.

El modus vivendi de los habitantes de esa ciudad se refleja en las vitrinas donde se exhiben desde un cubilete con dados y fichas como la del moderno parchís, a colgantes y espejos, o agujas para el pelo hechas con hueso tallado. También ánforas, tejas, dovelas o restos de cristales de ventanas. Pero el visitante se encontrará a la entrada con la estancia más espectacular, la recreación de la Curia, un espacio del foro donde se muestran las inscripciones con los nombres y detalles de la biografía de sus habitantes, como Lucio Emilio Attaeso, que pudo pertenecer al senado local o Cornelia Neilla, una mujer de la aristocracia del municipium Labitolosanum.

Las piezas han sido restauradas y documentadas por el equipo del Museo de Huesca. Los comisarios de la exposición son María Ángeles Magallón, y José Ángel Asensio. "Aquí podemos ver reflejada la vida de los ciudadanos de Labitolosa, en sus casas, los baños públicos, las técnicas de construcción, los aspectos políticos sociales, la religión...», señaló Magallón. "Se ha seleccionado lo mejor de lo mejor, las piezas más relevantes", indicó Asensio, quien destacó sobre todo las inscripciones de la Curia, que nunca habían estado juntas. "Se ha reconstruido el aspecto interior del edificio, la sala noble, con todas las inscripciones, intentando reproducir tanto la pintura original como los volúmenes. El resultado es espectacular, tanto desde el punto de vista histórico como visualmente", explicó este comisario.

El de la Curia era el edificio más noble de la ciudad romana, construido a finales del siglo I y en esta sala se reunía el Senado local, como si fuera el ayuntamiento de la ciudad. Era también un lugar para honrar a aquellos ciudadanos más relevantes. Sobre las inscripciones se colocaban bustos o esculturas de cuerpo entero.

Todas las piezas expuestas se sacaron del yacimiento y se almacenaban en el Museo de Huesca, excepto una inscripción que se llevó al Museo de Zaragoza hace casi un siglo. "Se han restaurado y nunca se habían podido contemplar, así como la mayor parte del resto de vestigios arqueológicos. Solo algunos se habían expuesto. Esta ha sido la ocasión de exponerlos juntos y en su contexto para tener una visión global de esta ciudad de la Ribagorza", añadió el comisario de la exposición, quien invitó a los ciudadanos a visitarla, "porque es una exposición que marca un hito en el propio museo, por el trabajo de todo el equipo, que ha sido fantástico, y porque es una ocasión para entender cómo ha sido la vida de una ciudad romana en Hispania hace 2.000 años. El resultado, aparte de didáctico es de una gran belleza».

En el cerro del Calvario, donde se localizó el centro urbano de Labitolosa, se han sacado a la luz buena parte de los edificios públicos: dos centros termales, la mayor parte del foro, una gran domus señorial y viviendas de menor entidad. Por desgracia, la excavación se interrumpió en 2013. La crisis dificultó conseguir fondos para seguir y de momento no hay un programa de actuación. "Los monumentos no terminan con la ciudad romana. Hay unos vestigios de época andalusí también extraordinarios, únicos en la provincia de Huesca", aseguró María Ángeles Magallón.

Visitas guiadas, talleres y recreaciones en 3D

La exposición se verá complementada con la venta de la publicación del Instituto de Estudios Altoaragoneses 'La ciudad romana de Labitolosa' y con visitas en colaboración con el Ayuntamiento de La Puebla de Castro al propio yacimiento. Así mismo, la muestra dispondrá de un servicio de visitas educativas para todos los niveles (realizadas por El Laboratorio del Arte de Huesca), y se realizarán, a partir del mes de abril, visitas guiadas para público general interesado.

Los comisarios de la exposición impartirán una conferencia acerca de su trabajo y del resultado de sus investigaciones con motivo de la celebración del Día Internacional de los Museos. En el marco de dicha celebración se realizará asimismo un taller de caligrafía romana por Ricardo Vicente Placed. 

La página web del Museo aporta también numerosa documentación científica publicada de descarga gratuita y recreaciones en 3D del yacimiento (realizadas por Jorge Angás–3D Scanner) para que el visitante pueda completar la visita.

La Biblioteca Pública de Huesca dispondrá de una muestra bibliográfica y juegos para los más pequeños sobre la vida y arte en Roma, complementando de este modo los contenidos del Museo en torno a yacimientos como Labitolosa o el Círculo Católico.

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