"Cuando llega el momento de vestirme de madama sigo sintiendo la misma emoción que la primera vez que lo hice, la verdad es que no se te pasa con los años". Es una confesión Cristina Gistau, una joven de 22 años que lleva desde los 17 interpretando a uno de los personajes más coloridos y característicos del Carnaval de Bielsa, las madamas, las jóvenes solteras de más de 16 años que simbolizan la pureza.

Asegura que desde muy pequeña soñaba con vestirse algún día "porque lo he vivido siempre dentro de mi familia y quería se protagonista de la tradición". Y valora, sobre todo, el esfuerzo que supone confeccionar unos trajes que están hechos a mano por completo y con el cuerpo armado solo con alfileres "por lo que cada año se deshacen y se hacen otra vez", recuerda. Unos vestidos muy delicados, de ahí que este sábado celebrara la bonanza meteorológica "porque lo peor para los trajes es que llueva".

Y es que Bielsa disfrutó esta vez de un Carnaval con temperaturas primaverales ya que las máximas llegaron a rozar los 20 grados. Ello hizo que el aluvión de visitantes que llega cada año atraído por este rito ancestral fuera todavía mayor batiendo todos los récords con más de 6.000 personas por las calles de esta localidad de solo 500 vecinos.

Un fin de semana "redondo" del que se beneficiaron otros valles de Sobrarbe, como reconoció la presidenta de la asociación turística, Paz Agraz. "Hay problemas para encontrar habitaciones y apartamentos rurales porque estamos casi llenos hasta la zona de Aínsa ya que además de que hace un tiempo espectacular, coincide con el puente de la Cincomarzada", resaltó. También en la zona occidental de la comarca coincidieron ayer los carnavales de Torla y Fiscal "y allí también tienen una ocupación muy alta".

La organización en Bielsa corre a cargo de una asociación con una quincena de miembros, aunque se involucra todo el pueblo. Y aunque el programa arrancó ya el jueves y se prolonga hasta mañana, el sábado se vivió el día grande con la esperada ronda en la que las trangas van a buscar a sus casas a las madamas para celebrar luego un gran baile en la plaza, llena a rebosar y donde dieron más de un susto a vecinos y visitantes. La diversión se alargó hasta bien entrada la madrugada. Y hoy, domingo, la fiesta continúa con un nuevo pasacalles, baile y la quema final de Cornelio.

Mucho color y animación a la espera de la quema de los Ninots en Fraga