El padrastro y la abuelastra se defienden: "Naiara era una niña feliz y antes nunca fue maltratada"

Sus abogados restan importancia a una foto de Whatsapp en la que se ve a la niña con orejas de burro, los brazos en cruz y libros en las manos

La abuelastra y el padrastro esperando para declarar en el juzgado, junto a la abogada de uno de ellos
La abuelastra y el padrastro esperando para declarar en el juzgado, junto a la abogada de uno de ellos
Rafael Gobantes

Nieves Pena y Carlos Pardo, abuelastra y padrastro de la niña de 8 años asesinada por su tío en Sabiñánigo el 8 de julio de 2017, han declarado este jueves en el juzgado de instrucción número 1 de Jaca. Están acusados de un presunto delito de violencia física y psíquica habitual, pero han negado que a la menor se le sometiera a ningún género de maltrato antes de su asesinato y han asegurado que era una niña feliz. No se sienten responsables de ningún hecho y se han exculpado, apuntando que hay un único responsable que es Iván Pardo. Únicamente han respondido a las preguntas de su abogado.

Los dos investigados han llegado al juzgado de Jaca a las 9.15, y en primer lugar ha accedido a la sala Nieves Pena, que ha estado algo más de media hora declarando, y posteriormente lo ha hecho su hijo y padrastro de Naiara, que ha estado en torno a veinte minutos. Ha sido la primera vez que ambos han declarado, ya que anteriormente se habían negado a testificar.

La declaración ha ido dirigida a establecer el contexto previo a la muerte de la niña, “para acreditar lo que esta parte tiene muy claro, que bajo ningún concepto a Naiara antes del 8 de julio de 2017 se le sometió a ningún género de maltrato ni problema que a la niña le pudiera causar zozobra o cualquier tipo de afección física o psicológica, porque realmente no sucedió así”, según ha explicado la defensa de los dos investigados, José Luis Vivas.

En las declaraciones, ha quedado expuesto por parte de los dos que la niña era "feliz", que había tenido problemas en el colegio y pasaba por una época rebelde, “lo que no quiere decir ni justificar que lo que luego pasara tuviera una explicación en relación a aquello”. "Naiara confiaba en su abuela, en sus tíos, en sus primas y se sentía acogida en una familia que consideraba como suya”, ha añadido el abogado. Hablaba con su padre y con su madre y nunca manifestó ninguna queja de su abuela, sus primos o su tío, “nunca se quejó” y a su madre “se lo contaba todo”. Por lo tanto, según el letrado, “no hay evidencia física de que la maltrataran anteriormente ni tuvieran constancia de ello”.

La acusación particular, ejercida por Marcos García Montes en nombre del padre biológico de la niña, ha explicado que existen unos mensajes de WhatsApp en los que aparece una foto de la niña con unas orejas de burro y libros en las manos con los brazos en cruz. Marcos García Ortega, hijo del abogado, que ha acudido a la comparecencia de hoy en Jaca, también se ha referido a mensajes de texto que fueron enviados por las primas tanto a Carlos como a Nieves. En ellos se manifestaba,  según él, “que la estaban maltratando, que Iván la sometía a esas torturas y martirios que se conocen”. Por lo tanto, en opinión de la acusación particular, no se puede negar que Carlos y Nieves conocieran estos hechos “y hay sospechas bastante claras de que ambos han podido colaborar en los malos tratos”.

Con orejas de burro y libros en las manos

Respecto de la foto, el letrado de la abuelastra y el padrastro ha asegurado que “si se saca de contexto se puede incluir en la acusación, pero evidentemente entendemos que no tiene ninguna relevancia para el caso que nos ocupa”. “No es evidencia de maltrato, es una broma pesada a la niña o pequeño castigo por su rebeldía a la hora de no querer hacer sus deberes, pero no supone ningún tipo de maltrato”, ha insistido.

Con todo, la defensa de Carlos y Nieves entiende que debería haberse sobreseído la causa respecto de ambos, “porque Nieves no estaba en casa, no participaba en la vida de la familia porque tenía unos horarios incompatibles para coincidir con su hijo Iván”. Ha subrayado que la madre jamás sospechó que a la niña se le pudiera causar ningún problema, “lo que nos lleva a pensar que eso lo pensaba la madre también de su propia pareja, Carlos, que está investigado en esta causa, y nos parece una aberración jurídica que esté afectado en este procedimiento como supuesto autor de algún tipo de maltrato”.

Los siguientes pasos son una comparecencia ante la Audiencia Provincial, respecto del recurso presentado por la acusación particular para incriminar a Mariela, madre de Naiara, en la causa y practicar una serie de pruebas denegadas por la jueza. Posteriormente, se celebrará otra comparecencia establecida en la Ley del Jurado específica para la proposición de nuevas pruebas y por último comenzaría el trámite de formación del jurado.

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