Uno de los premiados tenía cuatro décimos y cobrará 1,6 millones

La administración número 5 abrió ayer sus puertas, pese a ser domingo, para empezar a dar las devoluciones de los premios menores y vender lotería del Niño. Durante toda la mañana, Francisco Navarro y sus hermanas atendieron clientes, pero tampoco se formaron colas, como ocurriera hace siete años en Grañén, donde a la mañana siguiente de repartir 720 millones de euros, la administración vendió más de 1.500 décimos. En esa ocasión no era festivo.

"Creemos que será a partir de mañana (por hoy) cuando lo empezaremos a notar", declaraba Navarro, quien seguía recibiendo felicitaciones a la puerta del negocio de lotería. "El sábado fue una locura, nadie te prepara para esto", comentaba.

Aunque el premio ha estado muy repartido en participaciones en la comunidad educativa de San Viator, a 100.000 euros el boleto, ha habido quien se ha llevado un pellizco más gordo. Un comprador de cuatro décimos llamó por teléfono al lotero para darle las gracias por haber obtenido 1.600.000 euros. "No lo conocemos pero dijo que pasaría a saludar. No sabemos quién es ni por qué cogió ese número. Ni siquiera sabíamos que estaba en terminal. Es mucho dinero", indicó Francisco Navarro. Cree que es probable, como les pasó a otros, que al agotarse tempranamente las participaciones del colegio, el cliente optara por comprar décimos del mismo número por otro medio.

Entre los que se acercaron para felicitarle y aprovecharon para comprar un décimo del Niño estaba Alberto Altemir. "Dicen que no hay una sin dos. La suerte llama a la suerte". No se llevó un número acabado en 7, como el Gordo, sino en 5, su preferido. Otra clienta, Soledad Lecina, fue a recoger un décimo reservado del Niño. "De la de Navidad no me ha tocada nada, pero la suerte es la salud", decía, pensando ya en la lotería del 6 de enero.