El secretario de Estado de Defensa, que ha visitado este viernes las obras para la reapertura del acuartelamiento Sancho Ramírez, ha dicho que Huesca ha realizado “una inversión muy rentable y muy productiva”, al comprar los terrenos para la ampliación, con un coste de 2,6 millones de euros, “no solo por el número de personas que van a vivir y a trabajar en este acuartelamiento sino porque las fuerzas armadas son un motor de desarrollo, de innovación y acumulan mucho talento”. Ángel Olivares ha mostrado su convencimiento de que la ciudad “va a tener grandes beneficios de ese contacto con nuestros militares y van a ser un factor de dinamización de la vida cultural y social de la ciudad”.

El número dos del Ministerio ha conocido de primera mano los trabajos que se realizan en el edificio. Ha afirmado que Defensa está muy agradecido al Ayuntamiento y a la ciudad por “su generosidad, su compromiso con los problemas de España”, y le ha felicitado por la rentabilidad de la inversión. “Hemos dedicado mucha atención y muchos recursos a este proyecto, con una inversión que va a superar los 15 milones de euros y estamos convencidos de que se van a cumplir los plazos y a alcanzar los objetivos".

Olivares ha confirmado el traslado de entre 700 y 800 militares y su plena operatividad a finales de 2020. La primera tanda del cuartel general de la División Castillejos llegará en el primer semestre de 2020, “y esperamos culminar toda la transición a finales de ese año”. Defensa no prevé retrasos en las obras, que además del cuartel se extenderán a 48 viviendas situadas enfrente y a la residencia logística.

El secretario de Estado ha estado acompañado por el director general de Infraestructuras, el vicealmirante José Francisco Pérez-Ojeda, y el director gerente del Instituto de Vivienda, Infraestructuras y Equipamiento de la Defensa, el coronel Atilano Lozano. Además ha mantenido una reunión con el alcalde, Luis Felipe, a la que también han asistido la subdelegada del Gobierno, varios concejales del equipo de gobierno y de la oposición y los senadores del PSOE Marcelino Iglesias y Begoña Nasarre. Igualmente ha conocido las viviendas militares, cuya venta se paralizó tras conocerse la reapertura y que ahora se van a rehabilitar.

El alcalde ha corroborado las palabras del secretario de Estado en el sentido del impacto que tendrá sobre la ciudad el esfuerzo económico hecho por el Ayuntamiento, en colaboración con el Gobierno de Aragón, para comprar los terrenos que permitan la ampliación del cuartel. “Huesca se ha vuelco a colocar en el mapa de la defensa nacional y sobre todo da una oportunidad de desarrollo, de empleo y al mismo tiempo de innovación y conocimiento, ya que el cuartel se enmarca en la línea de modernización de las fuerzas armadas”. Según ha asegurado Luis Felipe, la ciudad ha hecho los deberes y se está preparando para recibir a las 700 familias, con la mejora de servicios públicos. La vivienda, ha añadido, es un elemento fundamental, ya que existe un grave problema de escasa oferta de pisos de alquiler.

Según el alcalde, el trabajo más importante del mandato ha sido poner a disposición de Defensa los suelos para la ampliación. El Ayuntamiento ha adquirido a varios particulares 33.000 metros cuadrados, más 47.000 que ya eran de propiedad municipal para completar las 8 hectáreas que solicitó el Ministerio. Están situados entre el paseo Ramón y Cajal y la calle Siderurgia y se ceden a Defensa sin posibilidad de reversión. Los 2,6 millones de euros que cuestan se pagarán en cuatro anualidades correspondientes a los ejercicios 2018, 2019, 2010 y 2021, para lo cual el Gobierno de Aragón aportará 600.000 euros cada año. Los otros 59.000 euros hasta completar la aportación anual estarán a cargo de las arcas municipales.