La entrada de 800 vacas y 3.500 ovejas al puerto de Cuello Arenas (Fanlo), a más de 1.900 metros, donde permanecerán hasta mediados de octubre, es una tradición ya centenaria que se celebra como una fiesta en estas localidades del Pirineo y que sirvió de excusa para que el Centenario de Ordesa y Monte Perdido rindiera este viernes homenaje a los pastores y ganaderos que trabajan en el Parque.

El departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, la Diputación de Huesca y los Ayuntamientos de Fanlo y Fiscal organizaron este acto cuya actividad central fue la suelta y conteo del ganado en Cuello Arenas, al que le siguió una comida popular y el homenaje a las familias de 63 pastores y ganaderos de Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin y Puértolas. Todas recibieron un obsequio conmemorativo, un zurrón con el logo bordado de ‘Ganaderos del Centenario’, que quiere reconocer su labor en la conservación de los ecosistemas de montaña.

Entre ellos, se reconoció al último pastor del Pirineo aragonés que ha hecho la trashumancia, Ramón Noguero, de Fanlo. Ahora, con más de 70 años, recordó cómo se desplazaban hace décadas desde Torrecilla de Valmadrid. «Entonces estábamos hasta 14 días haciendo este trayecto».

Al acto asistieron, entre otros, el consejero Joaquín Olona, los alcaldes de Fanlo (Horacio Palacio) y Fiscal (Manuel Larrosa) y el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia. Este último defendió la presencia diaria y la labor cotidiana de los ganaderos y pastores en la montaña «que son los que verdaderamente han contribuido y lo siguen haciendo a preservar la montaña y el entorno natural porque conocen mejor que nadie las leyes de la naturaleza, tal cual las han heredado de sus antepasados». Por ello, reivindicó que la planificación del medio natural se haga con la opinión y participación de los pastores y ganaderos.

Ayudas por el lobo y el oso

Precisamente ayer Olona firmó la orden de las bases reguladoras para sacar próximamente las subvenciones por valor de medio millón de euros, destinadas a compensar a los ganaderos por el riesgo que supone la presencia del lobo y el oso en Aragón. La principal diferencia con las ayudas a los ataques de oso es que no se limitará a pagar por los animales muertos, sino que la Administración establece una prima por número de cabezas de ganado, con un límite de 2.000 animales de más de un año y un mínimo de 100. También se mantiene la compensación de daños por oso que se aplica desde 2003.

Para las explotaciones ganaderas que hayan sufrido ataques de lobo en los últimos 12 meses precedentes la prima será de hasta 4 euros por cabeza y de hasta 2 para el resto objeto de subvención.

Por otra parte, desde el departamento recordaron que la Ley de Presupuestos Generales del Estado publicada esta semana recoge la ampliación a todo 2019 de los beneficios fiscales para las empresas patrocinadoras del Centenario. «Es la confirmación por Ley de una noticia excelente, que permitirá ampliar el programa y actividades de una efemérides crucial para Aragón», dijo Olona.