Huesca inicia un nuevo año con importantes retos que están llamados a marcar el futuro de la ciudad. Para su consecución es fundamental poner en valor la estabilidad institucional de la que goza el Ayuntamiento y destacar la necesaria cooperación entre administraciones con el objetivo de sumar esfuerzos en proyectos de gran interés para la ciudadanía.

La situación de la que partimos no es ajena al contexto global en el que nos encontramos. Económicamente, el Ayuntamiento de Huesca es una administración cumplidora que ha logrado la estabilidad presupuestaria. Pero las entidades locales, que asumimos responsabilidades propias y con frecuencia las que no nos corresponden, seguimos reclamando una reforma de la financiación local que entre otras cosas nos permita invertir el superávit.

La suficiencia de recursos es imprescindible si se quiere que los ayuntamientos ejerzamos con dignidad el papel que nos corresponde en la prestación de los servicios y las competencias que nos exigen los ciudadanos. Máxime en una situación como la actual, en la que finalizados los programas de fondos europeos, las inversiones que se realizan en la ciudad han de acometerse con recursos propios.

A pesar de la dificultad de abordar grandes actuaciones en esta coyuntura, en el año que comienza centramos nuestros esfuerzos en proyectos de gran importancia, como la demandada remodelación del paseo de Ramón y Cajal o la mejora de los viales del Parque Municipal Miguel Servet. Sin olvidar un proyecto que será crucial para la ciudad y su entorno. Huesca prevé recuperar su posición en el mapa nacional de Defensa con la reapertura del acuartelamiento Sancho Ramírez que proyecta el Ministerio y para la que cuenta con el total apoyo no solo del Ayuntamiento de Huesca sino también del Gobierno de Aragón. Esta reapertura supondrá un gran revulsivo para la economía local y la ciudad precisará de nuevos equipamientos educativos y sanitarios.

Para ello es fundamental el compromiso del Gobierno de Aragón, que por el momento ya ha anunciado que en este 2018 comenzarán las obras del centro de salud de Los Olivos y esperamos que se redacte el proyecto del nuevo centro de salud del Perpetuo Socorro e incluso se puedan licitar las obras.

En cuanto al desarrollo de las infraestructuras ferroviarias y ejes carreteros, Huesca tiene que jugar un papel de liderazgo. Una gran noticia ha sido su inclusión en la planificación logística ferroviaria de la línea del Canfranc. En el Ayuntamiento éramos conscientes de que la plataforma logística industrial Plhus –a la que cada vez están llegando más empresas– no tendría sentido fuera de los planes de la reapertura de la línea y por tanto hemos trabajado para estar presentes en ese gran proyecto presentado a Bruselas de la mano con el Gobierno de Aragón. De no haber sido así, Huesca y Aragón perderían la oportunidad logística de conexión con Europa.

Huesca busca también posicionarse como referente del Pirineo, de su actividad montañera, turística y gastronómica a través de diferentes proyectos compartidos con otras instituciones. En el año que termina, la ciudad ha acogido con éxito el I Congreso del Producto y Gastronomía de los Pirineos, enmarcado dentro del proyecto transfronterizo Poctefa ‘Hecho en los Pirineos’, y las III Jornadas de Derecho y Montaña, en las que se ha reivindicado la idoneidad de ubicar en Huesca el futuro Observatorio de Montaña. Además, se ha implantado el máster propio de Medicina de Urgencia y Rescate en Montaña, reconocido internacionalmente, y en el próximo se va a seguir apostando por potenciar la montaña en el camino hacia la especialización del Campus universitario oscense.

Y no puedo dejar de mencionar otra marca que cada vez más identifica a la ciudad de Huesca y que es la inclusión. El proyecto ‘Huesca más Inclusiva’ sigue creciendo y logrando importantes avances en los diferentes ámbitos en los que se está trabajando. Debemos seguir en esta senda en la que hemos conseguido el compromiso de todos y hacer de Huesca una ciudad ejemplo de inclusión.