La soprano María Eugenia Boix comparte su trayectoria musical con las empresarias de Huesca

La cantante de Monzón demanda un mayor trato desde las instituciones a la música

La soprano María Eugenia Boix junto a Carmen Fernández, presidenta de AMEPHU en el desayuno empresarial de Huesca
La soprano María Eugenia Boix comparte su trayectoria musical con las empresarias de Huesca
J. L. P.

La soprano montisonense María Eugenia Boix hizo un alto en su apretada agenda para asistir este martes a los desayunos de AMEPHU (Asociación de Mujeres Empresarias de la Provincia de Huesca) que en esta ocasión se celebró en el Hotel Sancho Abarca de la capital oscense, con el patrocinio del Instituto Aragonés de la Mujer, DPH y Audi Huesca Import.

María Eugenia mantuvo una conversación con el director del Diario del Alto Aragón, Javier Gracía Antón, en la que repasó sus inicios cantando jota, su formación en el Conservatorio Profesional de Monzón, el hito profesional que supuso ganar la beca Monserrat Caballé en 2007 y la carrera emprendida desde entonces que la ha llevado a cantar en los principales escenarios de España y Europa. Precisamente a Huesca llegó desde Alemania, donde realizó un recital de piano, tras actuar esta semana en Málaga se iba a Zaragoza donde este viernes interpretará ‘Orfeo’ de Monteverdi.

María Eugenia lamentó que en España no haya un apoyo similar al que prestan otros países europeos a la música y una voluntad porque este arte se enseñe en las escuelas desde pequeño.

En clave más empresarial, reivindicó un mejor trato para los cantantes y músicos de la denominada  ‘música culta’, puesto que como subrayó “ésta es una profesión de la que se puede vivir, y de hecho en la provincia hay muchos y muy buenos colegas que se dedican a la música”.

En este sentido, para Boix, la definición de éxito es “poder ver que la agenda está llena este año y que ya hay compromisos y proyectos para el próximo”, así como ver que cada día “controlo más mi instrumento”.

Y sobre el escenario abogó por cantar con “belleza estética pero también ética, encontrando la razón de cada personaje, creértelo para poder transmitirlo al público”.

Entre tanto viaje es vital para la soprano altoaragonesa regresar a su Monzón natal, “que es el centro del mundo. Es muy necesaria la familia y en cuanto termino un proyecto, en seguida vuelvo para casa. Monzón no es el mejor sitio para desplazarte, pero tiene otras cosas que te reconfortan”.

En una segunda parte del desayuno, tomó la palabra el empresario musical Jesús Quílez quien desgranó las dificultades que supone para un músico convertirse en un profesional, en Sociedad Limitada, y los retos que plantea la legislación mercantil, que no todos cumplen, y las luchas continuas con la SGAE que minan la moral del músico. “Me han llegado a cobrar los derechos de autor de Bach, de músicos del siglo XV y hasta obras que yo había escrito”, criticó.

Además pidió a las instituciones una apuesta decidida por la música coral en Aragón y que se destinen más recursos a la promoción de los músicos aragoneses.

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