Aínsa censura un coche-gallo por hacer publicidad

Antonio Betato recurrirá la orden del Ayuntamiento que le ha obligado a retirar del parquin municipal del castillo un vehículo tuneado que usa para anunciar su núcleo zoológico.

Antonio Betato junto al todoterreno tuneado de gallo, antes de retirarlo ayer del parquin del castillo.
Antonio Betato junto al todoterreno tuneado de gallo, antes de retirarlo ayer del parquin del castillo.
A. B.

A muchos visitantes del castillo de Aínsa seguro que les ha llamado la atención la presencia casi permanente en el parquin de la fortaleza medieval de un todoterreno tuneado como si fuera un gallo de color negro y con varias estructuras adosadas rojas a modo de pico y cola, y con indicaciones pintadas en su carrocería –teléfono y web– del núcleo zoológico O Rancho de Clavería, ubicado en Humo de Muro (La Fueva).

Pero desde ayer ya no lo verán más porque su propietario, Antonio Betato, lo ha tenido que retirar del aparcamiento para cumplir con una resolución del Ayuntamiento de Aínsa que le daba un plazo de tres días para quitar el vehículo "o cualquier accesorio que sobresalga del mismo y no forme parte de él, incluidas las crestas soldadas en la caja posterior y cualquier propaganda en papel adherida". Y es que la resolución recalca que se trata de una publicidad directa "no autorizada". Betato, no obstante, asegura que está dispuesto a recurrir en los tribunales la decisión municipal ya que considera que no se le está midiendo con el mismo rasero "porque por el casco histórico hay muchos carteles de publicidad en paredes y puertas que en teoría están prohibidos por la ordenanza y en cambio con eso no se hace nada". "Yo no quiero meterme con lo que hacen otros, solo quiero ser uno más", dice.

Explica que durante años ha estado estacionando vehículos publicitarios en el parquin del castillo, donde paga tres euros al día por la zona azul, sin ningún problema. "Publicitariamente, funcionan muy bien porque la gente se hace fotos con los coches. Y en verano me interesa porque a Aínsa van muchos turistas", añade.

Primero fue uno caracterizado como una zebra, luego el del gallo y desde ayer, tras retirar el todoterreno, aparcó otro que tiene pintado igual que una conocida vaca morada y blanca y que carece de accesorios adosados. Betato recalca que los vehículos tienen los papeles en regla y la ITV recién pasada.

Sin embargo, la visión del Ayuntamiento es muy diferente y argumenta que la ordenanza municipal prohibe, entre otras cosas, realizar actividades publicitarias en conjuntos históricos protegidos o alrededores y mediante el uso de vehículos tanto estacionados o en marcha.

Además, la resolución subraya que las instalaciones adaptadas "tienen como única finalidad llamar la atención de forma ostentosa y grandilocuente y por consiguiente atraer el reclamo de las personas como elemento publicitario". Y aunque Antonio Betato sostiene que es la misma publicidad que la que hacen otros vehículos de empresa que suelen ir rotulados, le responden que "no se puede equiparar porque no hay elementos estructurales acoplados". Por último, el consistorio señala que el vehículo pasa "grandes estancias de tiempo" en un lugar fijo del parquin del castillo "que está pensando para una rotación permanente".

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