Huesca madruga para almorzar

La estación intermodal ha ido recibiendo desde primera hora un aluvión de visitantes, la mayoría procedentes de Zaragoza.

Ambiente previo al chupinazo en los bares de Huesca
Ambiente previo al chupinazo en los bares de Huesca
R. D.

Después del calor casi sofocante de hace una semana, la ciudad de Huesca ha amanecido este miércoles, primer día de las fiestas de San Lorenzo, con una temperatura algo fresca que rondaba los 18 grados. No obstante, ello no ha mermado para nada las ganas de fiesta de los oscenses, que se han echado a la calle desde primera horas para coger fuerzas para los siete días de frenesí que vienen por delante con unos suculentos almuerzos con precios de entre 10 y 15 euros e impregnados por el olor a albahaca. Los huevos fritos con guarnición (longaniza, chorizo, jamón, bacon...), el salmorrejo, el rabo de toro o el pollo al chilindrón han llenado las cartas de bares, cafeterías y restaurantes.

La estación intermodal ha ido recibiendo a lo largo de la mañana un goteo constante de visitantes procedentes en su mayoría de la vecina Zaragoza, aunque también de otras poblaciones de la provincia como Jaca, Sabiñánigo, Barbastro, Monzón o Binéfar. La compañía Alosa ha reforzado su flota de autobuses para responder a este aluvión de viajeros, mientras que Renfe ha habilitado también 3.000 plazas adicionales.

La siguiente parada obligada de la mañana será la plaza de la Catedral, donde a las 12.00 en punto Asunción Lanao prenderá el chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento en representación del hospital San Jorge de Huesca, que conmemora su 50 aniversario y que ganó la votación popular. Esta auxiliar de Enfermería es la trabajadora que más tiempo lleva en el centro, desde el 1 de julio de 1971. El cohete será ‘gemelo’ al de las últimas fiestas de San Fermín (con distintivo rojo) ya que la Pirotecnia Oscense fue también la elegida para ese honor.

Antes, el Palacio Consistorial será escenario de la emotiva entrega de la Parrilla de Oro a la Agrupación de Danzantes, que fue la primera en recibir esta distinción cuando se empezó a otorgar en 1965, pero el Ayuntamiento de Huesca ha querido volver a reconocerle "su gran aportación a las fiestas" porque salvo el mayoral, Pascual Campo, ninguno de los otros 26 componentes estaban entonces.

La algarabía que desatará el estruendo del chupinazo dará paso a la cabalgata, que acabará con el saludo al santo y la colocación de la pañoleta en la plaza de San Lorenzo, a las 13.00, a cargo de Lourdes Plana Rivarés, de la Alegría Laurentina. De allí, la fiesta se trasladará a los escenarios de las peñas en la plaza de Navarra (macrodiscomóvil Vértice Sound) y en el paseo de Ramón y Cajal (Pachito de Salou), además de los bares de la plaza de los Fueros y del Tubo.

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